Ley Nº 26: Deja que la otra persona te enseñe algo
Una manera muy poderosa para ganarte a los demás es hacerlos sentir importantes sinceramente, y una de las mejores maneras de hacer esto es consiguiendo que te enseñen algo, ¡Todos tenemos conocimientos y experiencias que pueden aportar a los demás y nos sentimos muy bien si le enseñamos esos triunfos a los demás!
A continuación te voy a dejar una “fórmula” que me funciona siempre cuando quiero hacer sentir importante a alguien sinceramente dejando que me enseñe algo que ya conoce. Puedes utilizarla en cualquier conversación ya sea con alguien conocido o que acabas de conocer:
Paso 1: Averigua un reto superado por esa persona
Paso 2: Luego le pides que te explique cómo lo superó
Paso 3: Finalmente lo halagas sinceramente por su triunfo.
Te dejo como ejemplo ésta conversación:
Yo (Paso 1): “César, ¿Cuál ha sido el mayor reto que pudiste superar en tu carrera de arquitectura? Algo que en un momento pensaste no tenía solución y lo resolviste”.
Cesar: “La verdad al terminar de estudiar mi carrera estuve con muchas actividades en el trabajo y algunos inconvenientes personales y estaba muy atrasado en mi proyecto de tesis final. Estaba a un 20% avanzado y sólo tenía una semana para terminarlo! Te soy sincero, no estoy seguro cómo pero esa semana terminé mi proyecto y fue aprobado con éxito”
Yo (Paso 2): ¡Wow Que extraordinario! Vamos César dime ¿Cómo hiciste eso? ¿Qué paso exactamente esa semana?”
Cesar: “Bueno la verdad fue una mezcla de sacrificio, pocas horas de sueño, dejar de lado muchas cosas que no me ayudaban y mucho enfoque y concentración! Con decirte que…”
Yo (Paso 3): “Excelente César. Te felicito por ese logro, eres una persona muy disciplinada que cuando quiere algo lo consigue ¡Deberías pensar en ayudar a la gente que no se enfoca en sus metas, tu experiencia los puede ayudar!”
¿Cómo crees que se sintió Cesar en esa conversación? Exacto, tú también puedes hacer sentir importante a los demás dejando que te enseñen algo ¡Así te ganarás a la gente completamente! Cuando apliques ésta “fórmula” la gente se va a sentir de la siguiente forma:
¿CÓMO SEDUCIR AL PÚBLICO CON TUS PRIMERAS PALABRAS?
Ya hemos aprendido cómo ganarse a la gente de tú a tú, ahora quizás tú te preguntes ¿Cómo lo haría si me encuentro frente a un público?, toma en cuenta que cuando tu hables en público cada participante tiene sus propios problemas, sus propios intereses y quizás el tema que tengas tú que
hablar sea un poco pesado. Si quieres despertar un interés sincero y profundo y conectarte con el público desde tus primeras palabras – este capítulo es para ti.
Ley Nº 27: Empieza contando una historia
Una de las maneras más seductoras de empezar un discurso es contando una historia, metáfora o anécdota. Recuerdo que en uno de los cursos de persuasión los cuales dicto empecé la clase de esta manera:
“Buenas noches amigos; para empezar quiero compartir una historia con todos ustedes: había un pequeño de 9 años que todos los días esperaba a papá que llegaba de trabajar para jugar, cuando el papá llegaba del trabajo a eso de las 9 de la noche estaba muy cansado y solo le decía a su pequeño que será mañana, así pasaban los días y no tenía tiempo para jugar con su pequeño hijo.
El cual se ponía muy triste, en una oportunidad cuando papá llego el pequeño contento le pregunta: Papá, papá ¿Cuánto ganas por hora?, el papá le dijo: Gano 40 dólares, y el hijo le dijo: Papá ¿me prestas 20 dólares?, el papa le dijo: No, ¿para qué quieres tu dinero? ándate a dormir.
El pequeño se fue triste a su camita, papá se puso a reflexionar y dijo:
¿Qué son 20 dólares?, no me hacen ni rico ni pobre, así que decidió acercarse al cuarto del pequeño y darle los 20 dólares, el pequeño estaba llorando en su habitación y se sorprende cuando papá le da los 20 dólares, el papá ya se estaba retirando de la habitación cuando de repente el niño le dice: ¡Papá, papá espera!, y sacó debajo de su almohada 20 dólares más, y le dijo: Papá ya tengo 40 dólares; ¿me vendes una hora de tu tiempo?” mi nombre es Yudis Lonzoy y hoy hablaremos sobre la familia.
Los participantes del curso todos estaban concentrados, algunos de ellos soltaron unas lágrimas, ya que una historia siempre genera atención e interés en las personas. Ya sabes entonces una de las maneras de cómo iniciar un discurso seductor con tus primeras palabras: empieza contando una historia.
Aquí te dejo algunas historias de sugerencias:
La serpiente y la luciérnaga
Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido con miedo de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía. Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía… Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas?
No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar– contestó la serpiente.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? – preguntó la luciérnaga.
– ¡No! – contestó la serpiente…
– ¿Yo te hice algún mal? – dijo la luciérnaga.
– No. – volvió a responder la serpiente.
– Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
– ¡Porque no soporto verte brillar!
Mensaje de amor
La maestra estaba dictando clases de primer grado y mostró una pintura de una familia. En la pintura había un niño que tenía el cabello de color diferente al del resto de los miembros de la familia.
Uno de los niños del grupo sugirió que el niño de la pintura era adoptado. Entonces, una niña del grupo le dijo:
"Yo sé todo de adopciones porque yo soy adoptada".
“¿Qué significa ser adoptado?" preguntó otro niño.
"Significa“- dijo la niña – "que tú creces en el corazón de tu mamá en lugar de crecer en su vientre".
La Esposa de Dios
Un niño de 10 años estaba parado frente a una tienda de zapatos en una calle, descalzo apuntando a través de la ventana y temblando de frío.
Una señora se acercó al niño y le dijo: “Mi pequeño amigo, ¿qué estas mirando con tanto interés en esa ventana?".
"Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos", fue la respuesta del niño.
La señora lo tomó de la mano y entraron en la tienda. Le pidió al empleado media docena de pares de calcetines para el niño.
Preguntó si podía darle un recipiente con agua y una toalla. El empleado le trajo lo que pidió. Ella llevó al niño a la parte trasera de la tienda le lavó los pies y se los secó.
Para entonces el empleado llegó con los calcetines.
La señora le puso un par al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dio al niño. Le acarició la cabeza y le dijo:
“¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora!"
Cuando ella daba la vuelta para irse, el niño le agarró la mano y mirándola con lágrimas en los ojos, le preguntó: “¿Es usted la esposa de Dios?".
La Parábola del caballo
Un campesino que enfrentaba muchas dificultades poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los mejores caballos había caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y resultaría extremadamente difícil sacarlo de allí.
El campesino fue rápidamente al lugar del accidente y evaluó la situación, dándose cuenta de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el costo del rescate, concluyó que no valía la pena, y pidió al capataz que sacrificara al caballo tirando tierra al pozo hasta enterrarlo. Y así se hizo.
A medida que la tierra le caía encima, el animal la sacudía. Esta se acumuló poco a poco en el fondo del pozo, permitiéndole subir. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que finalmente consiguió salir del socavón.
Si tu estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y si los otros te lanzan la tierra de la incomprensión, del egoísmo o de la falta de apoyo, recuerda al caballo de esta historia. No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdete y sube sobre ella. Cuanta más tierra te lancen, más podrás subir.
La Donación de Sangre
Hace muchos años, cuando un médico trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conoció a una niñita llamada Liz quién sufría de una extraña enfermedad.
Su única oportunidad de recuperarse aparentemente, era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quién había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad.
El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a darle su sangre a su hermana.
Por un momento, lo vio dudar antes de tomar un gran suspiro y decir; Si, lo haré, si eso salva a Liz.
Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras los médicos lo asistían a él y a su hermana, veía retomar el color a las mejillas de la niña.
Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. El miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: ¿A qué hora empezaré a morirme?
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana... Y AÚN ASI, SE LA DABA...
No juzgues sin entender
En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa.
La mesera puso un vaso de agua en frente de él.
- ¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuates? preguntó el niño.
- Cincuenta centavos, respondió la mesera.
El niño saco su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.
- ¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.
(En ese momento había algunas personas que estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente).
- Treinta y cinco centavos, dijo ella bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas.
- Quiero el helado solo, dijo el niño.
La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue.
El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue.
Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio... Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos... ¡Su propina!
El consejo de la historia: ¡Jamás juzgues a alguien solo por las apariencias! y ¡siempre considera que aquellos a quienes sirves pueden darte una sorpresa!
Recuerda: La manera más efectiva de encantar al público es a través de una historia
Ley Nº 28: Empieza con una frase o cita
Una manera elegante y atractiva de empezar un discurso es con una frase o cita, por ejemplo “buenas noches apreciados amigos, para empezar quiero citar al célebre Albert Einstein quien dijo: Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica y es la fuerza de la voluntad" Mi nombre es Yudis Lonzoy y esta noche hablaremos sobre la fuerza de la voluntad.
No cometamos el siguiente error, uno de los participantes del curso de persuasión dijo así: Buenas noches distinguido público para empezar quiero compartir una cita con ustedes “A caballo regalado no se le mira el diente”…….. Muchos de sus compañeros comenzaron a reírse y como que no lo tomaron en serio.
Entonces no hagamos ello, utilicemos citas celebres que inviten a despertar interés y seriedad. También recordemos que la cita o frase que utilicemos tiene que tener una relación con el tema que deseamos tratar, si no, no nos ayudara y nos perjudicará.
Aquí les dejare algunas citas de sugerencias:
"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" -Albert Einstein
“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia” - Sócrates
“Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso” -Bill Gates
“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas” -Anónimo
“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica” -Aristóteles
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo” -Aristóteles
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles” -Bertolt Brecht
“Tú naciste siendo un ganador, pero para ganar debes planear ganar, estar preparado para ganar y esperar ganar” –Zig Ziglar
“Mantenga la visión de la globalidad mientras atiende los detalles cotidianos” - Donald Trump
“Trato de aprender del pasado, pero pienso en el futuro, centrándose exclusivamente en el presente. Que es la diversión en sí” -Donald Trump
“Sé terco cuando sea necesario: no abandones hasta que hayas agotado todas las posibilidades de éxito” -Donald Trump
“Tu gran oportunidad se puede encontrar justo donde estas ahora mismo” -Napoleón Hill
“Piensa en grande y tus hechos crecerán, piensa en pequeño y quedaras atrás, piensa que puedes y podrás; todo está en el estado mental” - Napoleón Hill
"Lo importante no es lo que uno sabe, sino que tan rápido aprende" - Robert Kiyosaki.
"Todos quieren ir al cielo pero nadie quiere morir" -Robert Kiyosaki.
"Los perdedores evitan el fracaso, y el fracaso convierte a los perdedores en ganadores" -Robert Kiyosaki.
Ley Nº 29: Empieza con una pregunta
“¿Sabían ustedes que cada dos segundos muere un niño en el mundo, y que en 3 días mueren cien mil personas? Mi nombre es Juan y hoy hablaremos sobre….”
¿Te das cuenta de que automáticamente genera interés y nos conectamos rápido? Cuando alguien empieza hablar con una pregunta genera una mayor atención.
Aquí te dejo algunas preguntas de ejemplos:
“Amigos para comenzar deseo preguntarles…
¿Cuál es el motivo por el cual estamos todos aquí?
¿Cuál es la razón por la cual trabajamos tanto?
Quiero preguntarte ¿qué es lo más importante en la vida para ti?
Si tuvieras que elegir entre ser y tener ¿cuál sería tu repuesta?
¿Quieres educarte para trabajar, para otros o quieres educarte para hacer que otros trabajen para ti?
¿Estas totalmente convencido que tú eres líder? ¿Por qué?
Recuerda: La manera más rápida de captar la atención es hacer una pregunta.
Ley Nº 30: El poder de los Números
Muchas personas ignoran el poder seductor y persuasivo de los números. En una conferencia pregunte cuales son las 7 maravillas del mundo moderno, y muchos contestaron Machu Picchu, La estatua de Cristo Redentor, La Gran Muralla China… después de mencionar estas 3 primeras ¡ este… este…! Fueron las palabras de la mayoría del público, luego de un momento siguieron con las maravillas 4, 5, 6 y 7.
Después pregunté con cuántos barcos vino Cristóbal Colón a América, todos respondieron con 3 y, al preguntar cuales fueron, respondieron: la niña, la Pinta y la Santa María, respondieron rápido. El motivo es que de acuerdo a una investigación podemos decir que la mente humana recuerda las 3 primeras cosas de manera automática.
El resto también recordamos pero demoramos en hacerlo, entonces podemos llegar a la conclusión que el número 3 lo podemos utilizar para que la gente recuerde lo que decimo y muchas veces lo hemos utilizado sin tener conocimiento de lo que estoy mencionando
Por ejemplo,
- Esta noche tengo 3 cosas muy importantes que decir
- Hay 3 motivos por los cuales yo estoy aquí en esta empresa
Otro ejemplo seria que cuando llegas a casa le digas a tu pareja: “mi amor, esta noche… 3 veces”
3 veces te diré que te quiero
3 veces te diré que te amo
3 veces te diré que tú eres lo más importante para mí”
Acabas de ver estos ejemplos didácticos de lo que podemos hacer con el número 3, nos sirve básicamente para 3 cosas: Primero, para despertar interés en las personas; segundo, para hacer que la gente recuerde lo que decimos y tercero, para persuadir.
El número 9 es un número de ofertas y ventas, si nos fijamos en los comerciales de televisión o centros comerciales, la mayoría de los precios de los productos terminan en 9 y otros en 5, son números que cuyo uso es más comercial.
Otro punto importante que tienes que ver con el uso de los números es que cuando hables pongas números a tus discursos, a tus palabras y así podrás tener un discurso más persuasivo y poderoso.
Por ejemplo,
“Hoy tenemos 3 motivos por los cuales estamos aquí
Primero, por convicción personal,
Segundo, porque estoy convencido que juntos lograremos la excelencia, Y tercero, porque somos un equipo de ganadores”
Estas palabras tiene fuerza y poder. Es lo que le da los números a tus palabras.
“No hay ni un solo segundo o minuto de las 24 horas del día que deje de pensar en la dulzura y ternura de tu mirada”
“Son las 5:30 de la tarde y pongo a Dios como testigo para decirte 3 cosas muy importantes:
Que te amo
Que te quiero
Y que siempre quiero estar a tu lado” “Somos 38 millones de Peruanos, 38 millones de hermanos que estamos totalmente convencidos que Con disciplina y esfuerzo logramos ser un país de 38 millones de emprendedores. ¡Que viva el Perú!”
En conclusión tienes que poner números a tus conversaciones, a tus discursos, así serás más persuasivo y seductor.
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