Compartiré contigo una pequeña historia. El ser más persuasivo que ha existido es una pequeña, pero ambiciosa planta. Vivía en un costado rocoso de un rio, donde las condiciones de vida eran muy complejas y difíciles. No tenía ningún atractivo, por lo que no era apreciada por las personas ni por los animales. No tenía flores, sólo tenía algunas hojas para capturar el sol. Pero ella quería crear una mejor vida para sus hijas, y que fueran respetadas y amadas ¿Pero cómo crear una mejor vida para sus hijas cuando ni siquiera podía crear una mejor vida para ella?
Miraba a las aves volar, pero las condiciones donde vivía eran tan hostiles que no se acercaban. “Si sólo pudiera poner a mis hijas en esas aves, podrían cruzar este río…” pensaba. “¿Cómo puedo hacer para que las aves me vean? ¿Cómo puedo hacer para que quieran llevar a mis hijas?
Pensó durante días, hasta que una mañana encontró la inspiración. “¿Qué puedo hacer mejor que cualquier otra planta?” pensó. Comenzó a captar el sol con sus hojas y a reunir nutrientes y agua con sus raíces y los convirtió en azúcar. Puso el azúcar en una burbuja de un jugo irresistible y dejó a sus hijas dentro, de forma que las aves no lo pudieran ignorar. Bebió sol y nutrientes por días. Creó frutos coloridos y deliciosos alrededor de sus hijas y las aves lo notaron y los comieron inmediatamente.
Las aves volaron con sus hijas en todas direcciones. Llegaron a cada uno de los puertos a lo largo del río. Incluso las personas pagaban dinero por plantar a sus hijas. Esta planta ni siquiera tiene nombre, y sólo es conocida por el nombre que le puso a sus hijas: Frambuesas.
¿Por qué las plantas crean frutos? Para que otros seres vivos las lleven a nuevas tierras. ¿Has comprado frutas últimamente? Si lo has hecho, estás pagando dinero por hacer exactamente lo que esa planta quiere que hagas.
Podemos aprender mucho de las plantas sobre la naturaleza de la persuasión y la influencia.
Gastamos una enorme cantidad de energía diciéndole a la gente qué hacer por nuestros motivos, pero el truco de la persuasión consiste en pedirles a las personas que hagan algo por sus propios motivos.
Piensa en el siguiente ejemplo. Si vas a comprar un vehículo, ¿lo haces porque el vendedor necesita cerrar la venta y ganar un bono? ¿O lo compras por el estatus y las facilidades que te brindará tener ese vehículo?
Entonces, la primera regla de la persuasión es la siguiente:
No puedes hacer que nadie haga algo por tus propios motivos. Mejor intenta convencerlos con sus propios motivos.
“Un tonto me intentará persuadir con sus ideas, mientras que un sabio me persuade conmigo mismo”.
Aristóteles
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