¿CÓMO FUNCIONA LA ATRACCIÓN EN ELLAS?
Desde la época de las cavernas, las mujeres se han ido adaptando para hacer del sexo una estrategia, por lo que suelen ser más selectivas a la hora de acostarse con alguien.
Así que su mecanismo de atracción se activa de una manera diferente a la nuestra, no totalmente opuesta, sólo diferente.
Los hombres podemos tener muchas parejas sexuales sin sentir una atracción real por ellas, pero las mujeres tienden a sentir de una manera distinta. Mientras que nosotros valoramos más la cantidad, ellas se inclinan hacia la calidad. Es por eso que suelen ser más selectivas al elegir un potencial compañero.
Cuando de reproducirse se trata, las mujeres van por las siguientes tres cosas:
1. Buenos genes para procrear hijos más saludables y fuertes.
2. Status o alguna posición privilegiada. Ellas no tienden a relacionarse con hombres que perciban en una posición inferior a ellas.
3. Protección. Por más independientes que las mujeres sean en estos tiempos, las mueve el instinto de sentirse protegidas, de tener una casa y una pareja que vele por el cuidado de ella y sus hijos.
Entre más valores y comportamientos alfa (jerarquía, posición social, preferencia por parte de otras mujeres) proyecte el hombre, más calidad verán las mujeres en sus genes.
Si en la Edad de Piedra, los hombres más deseados eran los más valientes, los que fueran capaces de cazar grandes animales salvajes, que se aventuraran a buscar alimento y dar protección a la mujer, hoy en día proyectan valor los hombres capaces de asumir retos, de escalar a nivel profesional, de prosperar económicamente… Es decir, los hombres exitosos.
Las mujeres se sienten atraídas por la fama, el poder, el dinero y la belleza. Pero no porque sean abiertamente trepadoras o interesadas, como podrías imaginar. Es que en ellas, instintivamente, desde el inicio de la civilización, se siente atraída por esas características que le brinden comodidad, prestigio y abrigo. Como lo mencionamos anteriormente en esos tres puntos en que las mujeres usan el sexo como estrategia.
Si un hombre es atractivo, hay inmensas posibilidades de que sus hijos sean también atractivos físicamente, lo que en un entorno social brinda muchas más facilidades de acceso. Puede parecer muy superficial, pero así es como funciona. Está comprobado que las personas atractivas pueden acceder más fácilmente al mundo laboral, escalar socialmente y rodearse de más personas que le ayuden en ese proceso.
Además, si un hombre es apuesto es porque sus padres, abuelos, bisabuelos, etc., pudieron haber sido esos Alfa que atrajeron mujeres bellas y pudieron seleccionar mejor a la mujer con quien tendrían descendencia.
Y así, este hombre en particular tiene mejores genes.
En cuanto al poder, esto es algo que toca ganárselo, si no es que es heredado. Esto demuestra que un hombre tiene buenos genes, pues no hay poder sin inteligencia, fuerza ni carácter. Esto, por supuesto, permite a los descendientes unas mejores oportunidades en la vida. Obviamente, la fama y el dinero son agregados del poder.
Pero no todo se reduce a esto. ¿Recuerdas el tercer punto, la protección? Y con esto no sólo nos referimos a que un hombre pueda darle techo y seguridad a una mujer. Las posibilidades de un hombre aumentan exponencialmente si la mujer percibe en él una alta capacidad para generar romance.
Con romance, nos referimos a componentes como:
- Comodidad
- Confianza
- Empatía y conexión emocional
- Caballerosidad
Con esto, la mujer siente que su relación con este hombre le dará la garantía de que se encontrará segura y que podrá construir algo con él. Una mujer (al menos no una mujer emocionalmente sana) no se sentirá para nada cómoda en una relación con un tipo descuidado, patán, poco atento o insensible a sus necesidades. Así que presta atención a cómo interactúas con las mujeres y si realmente estás conectándote emocionalmente con ellas.
¿Ahora vas entendiendo un poco más acerca del universo femenino? Quien dijo que era imposible entender a las mujeres, creo que estaba muy equivocado y resentido con ellas.
EL HOMBRE EN LAS FANTASÍAS FEMENINAS
Ya señalamos lo que diferencia el mecanismo de atracción de la mujer y el del hombre. El hombre busca más la cantidad, por lo que en las fantasías masculinas se dirigen en gran medida hacia sexo grupal con varias mujeres, un harén, promiscuidad.
Pero, ¿qué ocurre en las fantasías femeninas? ¿Qué sucede allá en ese intrincado mundito que apenas, querido lector, estás descubriendo? ¿Te da curiosidad saberlo? Veamos. Por mucho tiempo, el contenido preferido por las mujeres fue el de las telenovelas, ese género de la televisión tan latino que por lo general cuenta la historia de una mujer pobre que conoce a un hombre rico, ellos se enamoran a primera vista y terminan felices después de superar muchos obstáculos. Esto no es original de la telenovela y se remonta al cuento de La Cenicienta. ¿Y quién es esa figura masculina que aparece en el famoso cuento?
El príncipe
Así es, el príncipe azul es esa figura masculina que alimenta las fantasías románticas femeninas. En el imaginario femenino es el tipo ideal de hombre.
Esta fantasía va acorde con el instinto sexual femenino de encontrar un hombre con altos estándares, educación, valores y cualidades, un macho Alfa que tenga una posición privilegiada en la sociedad. Un hombre que, además, tenga una gran conexión con ella y se interese por brindarle toda la protección posible.
El príncipe azul es exageradamente atractivo, todas las mujeres lo desean, es educado, exitoso, galán, valiente, apasionado…
Pero como sucede con los cuentos de hadas, es que eso resulta ser una fantasía y las mujeres rara vez van a encontrar ese modelo ideal de hombre. Y en caso de que encuentren a un hombre con todas esas cualidades, se sienten decepcionadas al darse cuenta de que a un Alfa no le interesa ser un príncipe azul, pues nunca se desvive por una mujer, sino que sigue sus propias aspiraciones y está enfocado en su autorrealización.
La media naranja
La media naranja es una versión más apocada del príncipe azul. Un príncipe azul teñido de naranja o un príncipe azul cortado a la mitad… Es decir, un príncipe menos azul, de status más bajo, menos interesante, menos deseable, menos adinerado y un poco reducido.
Se asume como un premio de consolación, como que toda persona tiene su complemento y que el amor de tu vida está en alguna parte esperando por ti.
En esta fantasía, el modelo Alfa no existe, cancelado el príncipe azul. Aquí sólo hay personas incompletas buscando con quién emparejarse, buscando a esa persona ideal para que puedan ser uno solo.
Así como el Beta cree que siendo un “tipo bueno” va a encontrar a la mujer perfecta para él, las mujeres que fantasean con su media naranja van por la vida buscando alguien con quién conformarse para hacer una vida estable, pues al conocer un Alfa se dieron cuenta de que la vida de él no iba a girar alrededor de ellas.
Es por eso que estas mujeres terminan casadas con machos Beta y en su imaginación les dan un alto valor para evitar la insatisfacción, pues estas relaciones no tienen la emoción, el frenesí y la excelente vida sexual que ellas imaginarían al estar con un Alfa.
El triángulo
Puede suceder que en algún momento de la vida las mujeres emparejadas con su media naranja se frustren porque la intensidad del romance baje con el tiempo. Al pasar eso, puede que tengan la inquietud de conocer a un Alfa que vuelva a elevar sus aspiraciones y las haga sentir en un triángulo, el de tener dos hombres a la vez y querer estar con los dos. De ahí parte esta otra fantasía, la de tener marido y amante.
Por un lado, está este macho Beta que tiene al lado, el que le puede dar esa estabilidad y protección, un proveedor. Eso le servirá como refugio. La zona de confort, el esposo.
Por otra parte, la necesidad de tener a un hombre Alfa que satisfaga sus deseos sexuales y le aseguren hijos fuertes y saludables. El amante.
Esas son dos estrategias por las que las mujeres acceden al sexo. La restante, la de conseguir un status y posición privilegiada la buscarán conseguir de cualquiera de los dos.
Cuando nos referimos a estas fantasías femeninas en que nos involucran a los hombres, estamos limitándonos a eso: fantasías. Para nada son objetivos reales que las mujeres persigan, sino que pueden estar en su inconsciente, como algo primitivo, instintivo, y pueden influir de cierta manera en cómo construyen sus relaciones.
Lo otro es que las mujeres no están atadas a estos impulsos, no son máquinas programadas para actuar de una o tal forma.
Hay otros elementos que van más allá y que también hacen su parte en este proceso. La cultura, la educación, la religión, valores propios y muchos otros factores pueden definir lo que una mujer busca de una relación con un hombre.
Sin embargo, esas fantasías están ahí, como modelos explotados hasta el cansancio en series de televisión, películas, novelas, cuentos, revistas, podcasts, canciones y demás material dirigido al público femenino.
¿QUÉ LAS ENCIENDE A ELLAS?
Ya sabemos que las mujeres se inclinarán sexualmente por hombres que representen un valor alto y que les puedan ofrecer tres elementos: Buenos genes, privilegios sociales y protección. Pero, ¿cómo perciben ellas ese valor? ¿Qué es eso que ven y las excita? ¿Qué es eso de un hombre que las hace delirar?
FBDP
Son los más obvios. Fama, belleza, dinero y poder. Ya los habíamos mencionado anteriormente y no está de más que te los recordemos.
Estos cuatro elementos atraen a las mujeres de una manera poderosa, brutal. Y como dijimos antes, no es que las mujeres son unas codiciosas sin escrúpulos, es que son algo que inmediatamente se les mete en el inconsciente y las hace asumir que el hombre que cumpla con estas cuatro condiciones les va a ofrecer el bienestar que ellas necesitan.
Incluso, la mayoría de las personas tenemos esa idea de que la gente famosa, bella, adinerada y poderosa es más inteligente y confiable que el resto de los mortales, sin que eso sea necesariamente cierto. Lo que es la percepción, ¿no?
Está bien, puede que no seas un influencer ni una estrella de Hollywood, puede que tampoco te aproximes al físico de Thor en Los Avengers, puede que hayas nacido en un hogar de clase trabajadora, apenas te estés iniciando en el mercado laboral y todavía no tengas siquiera tu propio carro. No tienes ninguno de los cuatro mágicos elementos, no por el momento. ¿Qué hacer? ¿Rendirte? ¿Esperar a que tengas sesenta años y hayas amasado la fortuna que crees que se necesita para conseguirte una chica que podría ser tu hija?
No. Eso ni pensarlo. Lo que tienes que hacer es concientizarte de que puedes hacerle sentir a una mujer esa protección que ella necesita. Siéntete poderoso, siéntete
atractivo, siente que puedes generarle esas emociones gratificantes a una mujer. Es cuestión de convencerte a ti mismo de que puedes hacerlo. Eso también te motivará en esos proyectos que irán creando un futuro más próspero.
Status
Es lo mismo que el valor social. Es el grado de atención y prestigio que se tiene dentro de una comunidad. Es una de las razones por las que las mujeres tienden a sentirse sexualmente atraídas por los ídolos. Es por eso que en la sociedad uno de los más grandes valores sociales es la fama.
Pero si hablamos de comunidades mucho más pequeñas, más cerradas, como las universidades, los vecindarios, los colegios, las empresas, un grupo de amigos, el término más común es “popularidad”.
Este status de popularidad se puede dar por muchas razones. Porque es divertido, porque es el alma de las fiestas, porque es carismático, porque es físicamente atractivo, porque es ambicioso, porque resalta en alguna disciplina deportiva o en un arte, porque es capaz de diferenciarse del resto en un sentido positivo.
Incluso la gente que se acerca a personas “cool” tiende a ser percibida como igual. Es como si se abrigaran con la misma cobija. Es como un efecto rebaño.
Suponemos que ya has sabido identificar a los tipos más populares de los entornos a los que perteneces. Date cuenta de qué es ese factor que los caracteriza y lo que los hace populares. ¿Cuáles son esos valores por los que son distinguidos y llaman la atención en el entorno al que pertenecen?
Recuerdo que cuando estaba en la universidad en una ciudad pequeña y un poco atrasada, uno de los tipos más populares era uno de mis compañeros. Él se diferenciaba claramente de casi todos los demás estudiantes por sus músculos, pues practicaba fisicoculturismo, tenía los brazos cubiertos de tatuajes, era rapero y escribía canciones. Todas las chicas de la universidad se derretían por él.
Él simplemente había creado una identidad muy definida fuera de todos los modelos que su entorno inmediato (y muy cerrado) imponían. Él se atrevía a resaltar y a
diferenciarse. Era como un mosco en leche.
Sabíamos que no terminaría la carrera y que se iría a otra ciudad más grande, porque sus proyecciones estaban en un punto más alto que las de la mayoría.
Pero, ¿qué pasa con esos que tienen un alto status en la sociedad y no son precisamente populares? Un ejemplo podría ser tu jefe, una figura de autoridad que es normalmente objeto de críticas y desprecio, porque puede ser muy cascarrabias, muy exigente, un poco odioso… Pero él tiene status, tiene un valor social, un privilegio por tener el cargo que tiene y eso es un cúmulo de muchísimas cosas que él tuvo que hacer para llegar hasta donde está.
Preselección
Las mujeres tienden a sentirse sexualmente atraídas por hombres que ya han sido
seleccionados como parejas sexuales por otras mujeres.
En palabras más simples, significa que entre más sexo hayas tenido, más sexo vas a tener.
O que el sexo llama más sexo. Y esto facilita la tendencia masculina querer tener más cantidad de parejas sexuales.
¿No te has dado cuenta de que cuando estás soltero y vas solo por la calle ninguna mujer se fija en ti? ¿Y has notado también que un hombre que va por la calle acompañado de su novia o una amiga atractiva recibe más atención por parte de las mujeres? Incluso muchas mujeres afirman que un hombre en compañía de sus hijos les resulta muy sexy.
No es que las mujeres sean unas “quitamaridos”. Tal vez muchas de las que voltean a mirar ni siquiera sean conscientes de ese comportamiento. Es algo instintivo.
En el reino animal, muchas especies de mamíferos, es el macho Alfa el que copula con todas las hembras de la manada. Es porque ya las hembras tienen claro que no tienen que apostarle a un macho nuevo, sino que van a la fija y se aparean con un macho que ya ha sido seleccionado por otras hembras por la calidad de sus genes, su fuerza, su dominio y su capacidad de liderazgo.
En el ser humano, funciona en parte así.
Hombres que son percibidos por las mujeres con un alto valor, son más exitosos sexualmente porque ya las mujeres no tienen que evaluarlos ni pasarlos por filtros de selección, ese trabajo ya lo han hecho otras previamente. Es como tener un currículum sexual.
También, por esa razón, muchas mujeres prefieran estar con hombres maduros que ya han tenido mucho más recorrido en el sexo que hombres jóvenes que posiblemente no hayan estado con muchas mujeres.
¿Qué tanto puede ofrecer una mujer a un hombre que no haya seleccionado por sí misma sino que vea a través de la experiencia de otras mujeres? ¡Ni te imaginas! Una mujer encendida por ese instinto de preselección no tiene problema en tener sexo con un hombre al que poco conozca, porque se fía de esas otras experiencias.
¿Conoces al rockstar Gene Simmons? Él es uno de los líderes y bajista de la famosa banda de hard rock, Kiss. Aunque hoy es un hombre de familia, casado y con dos hijos, Gene Simmons es reconocido, no sólo por su talento, sino por haberse acostado con más de cuatro mil mujeres a lo largo de su vida.
No, no es un error en el texto. ¡Cuatro mil mujeres!
¿Crees que Gene Simmons habría podido tener toda esa cantidad de amantes si no fuera por su status de rockstar? Imagínate un concierto en que una jauría de fans enloquecidas está esperando a que termine el concierto para ver cuál es la afortunada que logre encerrarse con él en su camerino. ¿Crees que esas mujeres no estarían tan desesperadas si ese número de solicitantes fuera más reducido? ¿Crees que una mujer no trataría de llamar más la atención de Gene Simmons si se encuentra entre otras mil con igualdad de posibilidades de llevarse ese privilegio? Esas otras mujeres ya lo han seleccionado y ellas no quieren quedarse atrás.
Porque independientemente de que las mujeres digan que no les interesan los hombres “perros”, es diferente lo que dicen a lo que instintivamente las estimula, porque eso no está más allá de su razonamiento.
Identidad poderosa
Tener y transmitir una identidad poderosa es como un chispazo que enciende la sexualidad en las mujeres. Las atrae como las abejas a la miel. Es algo que en páginas anteriores ya te explicamos cómo construir y cómo hacer que las mujeres conecten con esa identidad.
Es un paso previo al juego y sabemos que no es fácil cambiar viejas costumbres, pero sabemos que estás perfectamente preparado para afrontar ese cambio.
Personalidad
Sabemos que al leer estas entregas especiales, es porque estás abierto a modificar comportamientos, a experimentar cambios positivos, a reestructurar muchas cosas que no funcionan tan bien, a encontrar aspectos de ti mismo que jamás pensaste que tendrías.
Aunque no lo creas, la personalidad es perfectamente moldeable y se puede transformar. Que hayas nacido así, que hayas tenido una vida con unas condiciones X, que sientas de tal manera, no significa que tienes que quedarte ahí, en ese molde para siempre. Sería muy terco de tu parte.
Tampoco seas pesimista de creer que porque ya eres así a cierta edad, digas “es que loro viejo no aprende a hablar”. Claro que puedes, puedes transformar todo lo que no te guste, pero no es un proceso fácil.
Transformar la personalidad será un trabajo de mucha dedicación y tiempo. No es algo que puedas modelar de la noche a la mañana. Pero como sucede con las mejores obras de arte de la historia, lo que más trabajo exige es lo que más perdura con el tiempo.
Entonces no importa cómo se encuentra tu situación económica, amorosa, sexual, familiar, laboral, social… Tu personalidad siempre va a ir contigo a donde quiera que vayas. Y fuera de ser atractiva, te servirá para lidiar de mejor manera con todos los problemas que se te presenten.
Si el físico, el valor social, la fama, la preselección son elementos importantes en el juego de la atracción. Pero te garantizamos que una personalidad firme, bien cultivada, enfocada a tu propio bienestar, te va a dar muchas más ventajas.
¿De qué te sirve ser apuesto físicamente y tener unos buenos músculos si por dentro estás vacío, si tu personalidad es plana y no ofreces nada más que un buen cuerpo?
Incluso hombres que no son muy agraciados físicamente, tienen una personalidad tan poderosa y tan bien estructurada que se vuelven magnéticos, y sorprendentemente siempre se relacionan con mujeres sensuales.
Presencia
A pesar de que una personalidad atrayente sea una pieza primordial en el juego, no puedes dejar de lado la presencia.
Y con presencia no nos referimos únicamente a la apariencia. De eso ya hablamos anteriormente, de cómo podrías lucir un mejor cuerpo, de cómo podrías mantenerte más sano o cómo deberías vestirte. La presencia engloba todos esos aspectos y un ingrediente más: la forma en que comunicas a través de tu cuerpo, algo que no sólo es percibido por la vista, sino que activa todos los demás sentidos.
Un Alfa no descuida ninguno de los sentidos y despliega atracción a través de todos ellos.
Porque ser Alfa no es ser superficial, no es llegar sólo a través de la vista. Un Alfa es complejo, su atractivo se percibe en todos los niveles posibles. Es por eso que una mujer siente que no puede resistirse a él, es como si con su sola presencia la atrapara en su halo seductor.
Un Alfa tiene modales muy cuidados, modales que ya ha trabajado con el tiempo pero que los ha naturalizado. Sus posturas, sus gestos, el tono de su voz, el ritmo con el que se mueve, su forma de interactuar, la fragancia que se aplica, todo su lenguaje corporal expresa seguridad, bienestar, optimismo, cuidado personal, amor propio.
Si aprendes a reunir todos esos elementos en ti, es como si juntaras las gemas del Infinito o algo por el estilo. Tu poder será imparable.
Porque no sólo lograrás ganarte las miradas femeninas, sino que podrás conectar a nivel profundo con ellas, se sentirán atraídas por ti y arrasarás a donde quiera que vayas.
Fortaleza mental
Suena muy abstracto todo y muy budista, pero es básicamente eso de lo que hemos estado tratando en el capítulo anterior. La fortaleza mental es el rasgo primordial de todo macho Alfa. Sin fortaleza mental no hay poder, no hay control, no hay determinación, no hay constancia. Una persona sin fortaleza mental se verá reducida ante cualquier obstáculo.
Un hombre sin fortaleza mental se frustrará y sufrirá ante el rechazo de una mujer,
cuando un proyecto le sale mal, cuando las cosas no resultan como las ha planeado. Eso lo dejará a mitad de camino. Y las mujeres de algún modo lo saben.
Ser consecuente y honesto contigo mismo, mantener una realidad poderosa, ser capaz de mantener tu estructura mental y vivir bajo un sistema de creencias y ética es la manera de ser fuerte mentalmente. No tenemos que extendernos mucho más, ya habrás leído anteriormente el por qué esta cualidad es tan atractiva para las mujeres.
Así que dicho todo esto, no nos queda más que desear que la fuerza te acompañe.
Estilo de vida
Hay estilos de vida que nos permiten conocer más mujeres, entrar en contacto con ellas de una manera cercana. Otros estilos de vida que no necesariamente nos mantienen cerca de ellas, también nos harán ver más atractivos.
Por ejemplo, si practicas deportes como surf, equitación, motocross o rápel, esto te hará un imán para las mujeres. Pero tampoco tienes que ser un temerario que disfrute los deportes de alto riesgo para conquistar mujeres. Evalúa en qué eres bueno y qué podría hacerte más interesante a los ojos de ellas.
¿No te das cuenta de que los influencers no hablan en sus redes de las horas que pasaron viendo televisión en su sofá sin bañarse en todo el día, de que fueron al psiquiatra para que les recetara antidepresivos, de las deudas que tienen o de la aburrida fila que tuvieron que hacer en el banco?
¡No! Ellos siempre muestran que su vida es interesante, excitante. Suben fotos de los viajes que han hecho, muestran un estilo de vida cómodo, lucen buena ropa y usan de fondo los espacios más bonitos de su casa.
Esa es su carta de presentación y les funciona. ¿Por qué vas a mostrar tú la faceta triste, aburrida y estresante de tu vida?
Sabemos que tienes que enfocarte en tus objetivos, sabemos que hay que trabajar duro para lograr lo que se quiere, sabemos que hay que hacer sacrificios. Pero si muestras que siempre estás trabajando, van a percibirte como alguien aburrido, sin pasión, por más que tu trabajo te apasione.
Sí, y suena muy irónico. Pero te recomendamos que hagas actividades emocionantes, que te estimulen y tengan ese picante que tu vida necesita.
Ese cambio te traerá mucha más felicidad y las mujeres te verán como alguien más atractivo.
LA MUJER DEL SIGLO XXI
Hemos hablado de los factores genéticos que predisponen a la mujer al sexo, sus fantasías primarias y qué enciende toda su maquinaria de la atracción. Eso está muy conectado a la evolución, a algo elemental, conectado a nuestra naturaleza, desde que vivíamos en cavernas y cazábamos mamuts.
Pero vayamos mucho más adelante y conectémonos con las mujeres actuales, con las que compartimos este planeta.
Es obvio que el mundo ha pasado por muchos cambios sociales, por muchos cambios de pensar y de actuar. Las mujeres jóvenes de hoy tienen una vida muy diferente a la que tenían sus abuelas.
Entonces los métodos de seducción no son los mismos, hay formas distintas de interacción, unos deseos transformados por la cultura del presente.
En fin, hablemos de las mujeres del siglo XXI, pues son ellas nuestro objeto de estudio… y por supuesto, nuestro objeto de deseo.
Slut shaming
Si retrocedemos unos doscientos años atrás o incluso cien años, casi nadie hablaba de sexo. La virginidad femenina era un “tesoro preciado” que se dejaba únicamente al que fuera el esposo. En algunas culturas más aferradas a la religión, los matrimonios tenían una sábana
con un agujero. La mujer se cubría con esta sábana cada vez que iba a tener relaciones sexuales con el esposo, y era por ese agujero donde él metía su pene y realizaba el coito.
Es decir, la sábana cubría la vista de su vagina y el acto sexual se consumaba sin que hubiera realmente un contacto entre los cuerpos desnudos.
La virginidad, la promiscuidad, el sexo prematrimonial y todos esos temas relacionados con el sexo han sido por mucho tiempo un tabú. Aún hoy, ese aferrado sistema religioso y moralista pone en la cabeza de muchas personas que la promiscuidad es negativa. Y ese es un yugo que pesa mucho más sobre las mujeres que sobre nosotros.
El término sacado del inglés slut shaming, que en español significaría algo así como “tildar de prostituta”, todavía se sigue imponiendo con fuerza en la cultura.
Hoy en día muchas mujeres se abstienen de llevar una vida sexual libre, de disfrutar el sexo, de reconocer que se masturban, de practicar posturas o juegos atrevidos, de mostrar experiencia y confianza en la cama, de enviar nudes por WhatsApp… porque ese miedo a ser tratadas de “perras” o “fáciles”, incluso por parte de sus compañeros sexuales, sigue muy presente.
Algo muy diferente nos pasa a los hombres, que desde que somos niños, nos alientan a ser más extrovertidos, más abiertos y a tener tantas parejas sexuales nos sea posible. A pocos hombres les avergüenza que los traten de “perros”, y por el contrario, es motivo de bromas entre los amigos. Además, con las facilidades del Internet, tenemos acceso a toda la pornografía que deseemos, podemos comprar sexo por Internet o shows de cibersexo en vivo. Tenemos más libertad sexual que nunca y eso está muy bien.
La revolución sexual de los años 60, que fue una lucha de los hippies, trajo muchas libertades. Con los años, la sociedad ha ido cambiando. No podemos negar que hoy en día las mujeres tienen muchas más libertades que décadas atrás. Las mujeres cada día se sienten más libres y empoderadas, son capaces de hablar más de sexo e ir transformando el discurso hacia algo positivo. Pero todavía cargan un lastre, el slut shaming. ¿Por qué? ¿No se supondría que todos seríamos libres en igualdad de condiciones?
Todo parece a que es una cuestión biológica.
Por más que hayamos avanzado culturalmente, todo apunta a que las mujeres siempre tienen que ser más selectivas. Es decir, no probar con todos y no mezclar sus genes con cualquiera. A algunas mujeres eso no les importará, pero muchas sí están en esta frecuencia.
Aun cuando a la mujer le encante el sexo, se sentirá más cómoda practicándolo con un hombre al que ha seleccionado de una lista de pretendientes, un hombre que le transmite las suficientes emociones para que ella se sienta abierta a compartir esa experiencia y a “compartir sus genes”, aunque ya el sexo y la procreación no vayan necesariamente de la mano como en otros tiempos en los que era exclusivo.
Fuera de todo este tema, tú como Alfa debes transmitirle a la mujer la suficiente seguridad y confianza para que ella se suelte en la cama y quiera experimentar su sexualidad sin miedos. Debes prevenir como sea esa culpa tan frecuente que las mujeres han experimentado al sentirse liberadas en la cama. Debes hacerle sentir protegida de que no usarás su confianza con malas intenciones y hacerle saber que estás dispuesto a ofrecerle todo el placer que ella desea. Ella, de igual forma, te recompensará.
Así que a disfrutar, campeón.
Defensas femeninas
Si ante cualquier señal de que estás ligando, una mujer puede poner un campo de fuerza, una barrera entre tú y ella para tratar de evitar que logres algo con ella… o de ella.
Pasa muchas veces. Son las defensas femeninas. No te frustres si en algún momento te sucede, porque es normal, más aun cuando estás apenas en proceso de convertirte en un hombre Alfa.
Las mujeres que recurren a estas defensas no quieren ser vistas ni tratadas como mujeres fáciles, no quieren caer en el slut shaming. Ellas quieren expresar que no son una presa vulnerable. Puede que no sea tu culpa ni la de ellas.
Esto sucede muchas veces porque las mujeres han tenido la mala suerte de dar con idiotas en el pasado cuyas intenciones fueron enredarlas, humillarlas, maltratarlas y aprovecharse de ellas. Entonces, antes que arriesgarse a dejar entrar a un hombre en su espacio personal, prefieren cerrarse de una vez y evitarse un posible mal momento.
También puede que sean mujeres muy seguras de que son más atractivas que el promedio y tienen la vara muy alta en cuanto a hombres. Es decir, que no se abrirán a un tipo que no tenga el valor suficiente para merecerlas.
Aquí lo que debes hacer es prevenir que estas defensas se levanten o, en caso de que aparezcan, tener la habilidad de neutralizarlas.
Dicen que la constancia vence lo que la dicha no alcanza y si tienes la oportunidad de ligar por un tiempo prolongado, es decir, si vas a ver a esta chica más de una vez, la estrategia a seguir es que muestres una actitud muy Alfa, que vayas generando esa atracción en ella que poco a poco vaya disminuyendo sus defensas, pero de una manera amable, sin ser intenso.
Lo importante aquí es que tu actitud Alfa sea constante, que no se te vuelva una obsesión
que termine dañando tu juego. Es un juego, no te lo tomes tan en serio ni pienses que estás perdiendo demasiado.
Haz que interactuar sea una experiencia amena para los dos, algo divertido, relajado.
Es vital no mostrarse necesitado de sexo ni de compañía. Evita por completo la desesperación. Recuerda lo de mantener el control, el dominio de la situación, la estructura mental intacta.
Si ella nota siquiera un asomo de urgencia, pensará que eres un obsesivo, una especie de pretendiente psicópata. Y en ese caso no sólo estarás separado de ella por una barricada, sino que te mandará a océanos de distancia y se las arreglará por desaparecer de tu vida.
Si se siguen en redes sociales, te bloqueará y anotará tu nombre en su lista negra de hombres indeseables. Y sabemos que ese lugar es el último en el que quisieras estar.
Así que tómatelo como un juego entretenido en que no tienes nada que perder. Y si con esa mujer las cosas no se dan porque definitivamente no hay compatibilidad, despídete con amabilidad, deséale lo mejor y aprende a retirarte como un caballero. Así de simple.
0 Comentarios