Cambia tu lenguaje en función de una mentalidad alfa (Entrega especial Febrero) Parte 4



No dejaremos de insistir en que por más información que te estamos ofreciendo en esta edicion especial, únicamente tú tienes el poder de transformar tu vida, de crear esa estructura mental de Alfa.   

De nada sirve vestir bien y cuidar tu lenguaje corporal si en tu mente no te sientes como un triunfador. De no percibirte a ti mismo como un ganador, todo lo que hagas o como te veas será un empaque vacío, como una fachada. 

Por eso te hemos venido diciendo que proyectes tus palabras de un modo que te cultiven la mente y ésta a su vez, proyecte poder en tu físico y en la energía que transmites a los demás.  

LENGUAJE   ☑     

MENTE     

ENERGÍA      

APARIENCIA    

PERCEPCIÓN 

Ese lenguaje desde el que te programas está lleno de optimismo, motivación y autovaloración, cualidades de un Alfa y por las que superan en gran medida a los Betas.

Es por eso que debes cuidarlo. Y a continuación de daremos unos ejemplos de cómo modelar tus palabras en pro de tu autovaloración. 

Lenguaje incorrecto: Era una tarea fácil.

Lenguaje correcto: Hice un gran trabajo. 

Lenguaje incorrecto: Saqué un 100 porque el examen estaba muy sencillo y el profesor me dio un empujoncito.

Lenguaje correcto: Saqué un 100 en el examen porque soy inteligente, me preparé y estudié muy duro. 

Lenguaje incorrecto: Estoy feliz porque una mujer me dio su número.

Lenguaje correcto: Estoy feliz porque quiero sentirme así. 

Lenguaje incorrecto: Estoy desmotivado porque la chica que me gusta me rechazó.

Lenguaje correcto: Mi motivación viene de adentro y o depende de nadie. Si una mujer me rechaza, conoceré muchas otras con las que sí tendré química. 

Lenguaje incorrecto: Qué suerte la mía que pude tener sexo con esa chica en la primera cita.

Lenguaje correcto: He mejorado a tal punto que esa mujer tuvo sexo conmigo, porque yo creé las condiciones correctas para que pasara.  

Lenguaje incorrecto: No tiro basura a la calle porque me pueden multar por eso.

Lenguaje correcto: No tiro basura a la calle porque no es correcto. 

Lenguaje incorrecto: Sé que soy atractivo porque he tenido sexo con muchas mujeres.

Lenguaje correcto: Sé que soy atractivo porque tengo una fuerte realidad psicológica, me veo y me siento muy bien. 

Lenguaje incorrecto: En la vida me va bien porque el destino está de mi parte. 

Lenguaje correcto: En la vida me va bien porque tomo buenas decisiones. 

Lenguaje incorrecto: Tengo buenas amistades cuando hay química.

Lenguaje correcto: Tengo buenas amistades porque ambos hacemos cosas buenas por el otro. 

Lenguaje incorrecto: Es responsabilidad de mi profesor enseñarme.

Lenguaje correcto: Es mi responsabilidad aprender. 

Lenguaje incorrecto: Tengo baja autoestima porque nada me sale bien en la vida.

Lenguaje correcto: Tengo una autoestima alta y sé que puedo cumplir todas mis metas si me esfuerzo. 

Lenguaje incorrecto: La gente con plata lo tiene todo muy fácil.

Lenguaje correcto: La gente hace plata trabajando de forma inteligente, con disciplina y persiguiendo sus sueños. 

Lenguaje incorrecto: No puedo controlar el destino.

Lenguaje correcto: Mi vida está en mis manos. 

Lenguaje incorrecto: Las chicas me ponen nervioso.

Lenguaje correcto: Si me siento nervioso cerca de una chica es porque me estoy diciendo a mí mismo que necesito su aprobación. 

La razón más poderosa por la que las personas llegan al éxito es porque tienen la confianza de que llegaran allá y hacen lo que corresponde por moldear la realidad en función de eso. 

LA PALABRA “FRACASO” DEBE DESAPARECER DE TU LÉXICO 

Debes perder el miedo al futuro y dejar de echar culpas por lo que el pasado pudo ser.

Es hora de que empieces a programarte para vivir la vida como una aventura emocionante. 

Dejando la timidez 

Dicen las estadísticas que la timidez es uno de los temores más frecuentes entre las personas. La timidez es el  miedo a hablar en público o a formar relaciones desde cero con desconocidos y que en caso de que lo hagas, empieza a latirte el corazón fuerte, comienzas a sudar, te tiembla todo, se te va la voz y hasta podría darte un ataque de pánico en los casos más extremos. 

La timidez, por lo general, es producto de una inseguridad que puede provenir de muchas situaciones que te hayan sucedido

en tu niñez. A veces los papás no saben cómo cultivar la autoestima en sus hijos y todo se puede poner peor si un niño es producto de burlas que lo marquen. Y cuando un joven no tiene la autoestima alta, el rechazo de una niña en su adolescencia, cuando empieza la etapa del enamoramiento, le puede golpear muy fuerte. 

Claro que hay diferentes tipos de timidez. La timidez no se manifiesta en las mismas situaciones. Habrá gente que no le da miedo hablar en público, pero le dará miedo conocer a una persona que le atrae físicamente. 

Todos podemos tener una parte de nosotros que no nos guste, pero para una persona que es tímida, cualquier complejo físico se le puede convertir en algo grande, algo que no lo puede soportar y trata, como sea, de esconderlo. Eso le va a dar muchos problemas en su vida personal. 

Si tú tienes un complejo y eso te hace sentir muy mal, hazlo pequeño en tu mente, trata de no tenerlo siempre presente. Trabaja en eso y con el tiempo lo vas a superar.  

Y cuando usas el humor para hacerle frente a lo que no te gusta de ti mismo, es que empiezas a no tomarte las cosas tan en serio, no te haces una tormenta en un vaso de agua y aprendes a vivir así, te aceptas como eres y vives feliz. 

Créenos cuando te decimos que la apariencia es sólo una mínima parte y que las mujeres se van a enfocar más en cómo te comportas y en tu sentido del humor a la hora de interactuar contigo.  

¿Por qué crees entonces que muchas mujeres despampanantes andan de novias o esposas con hombres que no son muy agraciados físicamente? Porque ellas conocieron más allá de ellos, porque se fijaron en su inteligencia, su forma de ser, su humor, la forma en que ellos las hacen sentir. 

Si te das duro por una pequeña cosa a la que ves como un enorme defecto, es hora de que te vayas concentrando en esos aspectos que sí te gustan de ti mismo, que empieces a fortalecer esa seguridad y esa autoestima sintiéndote bien con eso que te gusta de ti.

Tú eres una persona que tiene algo bueno para ofrecerles a los demás, entonces pon eso como carta de presentación. 

También es posible corregir las cosas que no te gusten de ti mismo, tratar de mejorar, de sentirte más atractivo. Unas ayudas estéticas, ir al gym, hacerse un tratamiento podría ayudarte a mejorar esa parte que no te guste tanto. Pero el proceso interno, el de aceptarse y aprender a convivir contigo mismo para que te muestres al mundo con seguridad, eso te toca solamente a ti. 

A veces la timidez, el miedo a hablar, también puede ser por miedo a cometer un error, a tartamudear, a decir una tontería por los nervios. Déjanos decirte que equivocarnos en público en alguna ocasión no tiene nada de malo. Incluso los grandes oradores de la historia se equivocaron en algún momento y eso no los hizo menos inteligentes ni menos importantes.   

De pronto te dará también miedo hablarle a una chica bonita por miedo a que te rechace. 

Pero piensa: si no le hablas, ¿tendrás algún chance con ella? No tengas miedo a que te rechacen, ve por la vida burlándote un poco, sin importarte mucho lo que la gente diga o piense de ti.  

Si te atrae una chica, no tengas miedo en saludarla. Lo peor que puede pasar es que te ignore y pase de largo por tu vida, que sería lo mismo a que te quedes sin hacer nada y la dejes pasar. Si te equivocas, si cometes un error, ante ella, aprende a reírte de eso. Será una buena anécdota para contar a los amigos. 

Cuando te permites cometer errores es cuando te permites hablar con libertad. Y ahí es cuando habrás matado la timidez.  

Para cerrar ten en cuenta estos cinco puntos: 

🏆 La timidez es algo normal, no es algo de bichos raros. 

Hay mucha gente con inseguridades, incluso personas que han llegado lejos y son muy exitosas. Si esas personas han podido vencer la timidez, estamos seguros de que tú también vas a poder.  

🏆 Identifica la causa de tu timidez.

Puede ser un problema físico, una inseguridad mental, falta de mundo, desconocimiento de algo, te sientes poco inteligente… Cuando identificas el problema, ya puedes atacarlo.

🏆 Si ya lo identificaste, actúa. 

Empieza a ver cómo superarlo. Si tu problema es físico y necesitas una intervención estética o un tratamiento, adelante. Si necesitas terapia psicológica porque un recuerdo feo de tu infancia es la causa, pues ve y toma esa terapia. Si tu miedo es a cometer un error al hablarle a una chica que te gusta o dirigirte a un público, ve matando ese miedo hablando con la gente y así vas soltándote.  

🏆 Aprende a reírte un poco de ti mismo. 

Burlarte un poco de ti y no tomarte tan en serio la vida, le quita valor el problema, lo va volviendo pequeño. Llega a un punto en que se te hace insignificante. El humor es una gran terapia. 

🏆 Deja de darle poder a tus errores.

Los errores los puede cometer cualquier persona. Hasta los más cultos e inteligentes se equivocan. No dejes de actuar por miedo a cometer un error. El gran error será haber dejado pasar el tiempo y la vida sin haber tomado el riesgo.

Está en ti superarlo y sabemos que tienes todo lo que se necesita.  

Imagínate como el hombre que quieres ser 

El primer paso para desarrollar un pensamiento positivo es visualizarte en un escenario donde todo está como tú lo deseas.

¿Cómo te comportarías? ¿Cómo te estarías sintiendo? ¿Cómo expresas esa felicidad? ¿Cuánto dinero ganarías? ¿Cómo es la casa en la que vivirías? ¿Qué actividades practicarías? ¿A qué destinos viajarías? ¿Cómo luciría tu cuerpo? ¿En qué  trabajarías? Y no te digas nunca que todo eso es imposible. ¡Es perfectamente posible! 

En la medida en que visualizas todo eso, ves las formas en que eso se puede llevar a la realidad y empiezas a planear. Haces de tu vida un proyecto. Todos los días trázate una meta diferente para ir escalando en ese proyecto de hombre que quieres ser.  

De tu pasado, sólo quédate con los éxitos 

Es posible que hayas tenido malas experiencias en tu pasado. Hay situaciones bastante traumáticas, carencias afectivas, heridas de la infancia, que en la edad adulta pueden dificultar tu realización personal y tus relaciones. Es normal que toda persona haya vivido situaciones tristes y desagradables. 

Es momento de que te deshagas de todo eso y lo superes y que, si es el caso, aprendas de todo eso para ir construyendo un presente lleno de éxitos y alegría. Nada de lo que pudo haber ocurrido en tu pasado es algo que tiene que definir quién eres, es algo que ya sucedió y que ya no puede lastimarte.

Quédate con lo que has logrado y aférrate a eso. 

Asume que eres un ganador

No digas “voy a tener éxito”, empieza a decir “soy exitoso”. ¡Asúmelo! Mírate a ti mismo como un tipo exitoso, como el sueño de cualquier mujer. Siéntete atractivo, deseado, interesante, cultívate. Y vibrando en esa onda de optimismo, todo lo bueno llegará a ti por sí solo.

Cuando empiezas a asumir, sólo es cuestión de que las personas te conozcan y te den la razón. Cada vez que empieces algo, asume que te irá bien. Sea una relación, un negocio, una carrera, un proyecto… Decreta que has ganado y tu mente se va a aclarar para que hagas las cosas de la mejor manera. 

Afirma y reafírmate 

Las afirmaciones no son sólo palabras, son decretos que terminas creyendo y sobre los que construyes tu camino. Si durante todo el día te la pasas diciéndote…  

“Soy un perdedor”. 

“No soy bueno para nadie”.

“Tengo pereza”.

“La vida es una mierda”.

“Odio mi trabajo”. 

… Esos pensamientos negativos se volverán tu única realidad. Y es que los pensamientos negativos tienden a replicarse y volverse cada vez más resistentes. Es como cuando aplicas varias capas de pintura sobre una pared. Entre más capas de pintura apliques, más resistente se hará la pintura y más difícil será retirarla con el tiempo. 

Lo bueno es que así como los pensamientos negativos tienen ese efecto, las afirmaciones positivas son igual.  

Cuando cultivas una relación duradera, la manera en que mantienes esa llama duradera es con los halagos, las palabras positivas, los buenos consejos, la amabilidad. 

Si puedes hacer eso, ¿por qué no tener esos detalles contigo mismo? ¿Por qué no adorarte a ti mismo? ¿Por qué no enfocarte en tus cualidades (que sabes que las tienes) y halagarte por ellas? ¿Por qué no decirte a ti mismo en voz alta esos cumplidos cuando estás en casa y te miras al espejo? Haz ese ejercicio y te darás cuenta del efecto tan positivo que eso tiene en ti.

TE CONVIERTES EN LO QUE PIENSAS

“Estoy siendo cada vez más sociable y extrovertido”, “logré cumplir con todo el trabajo pendiente del día”, “voy a comer hoy mi plato favorito porque disfruto mi propia compañía y he trabajado duro para poder pagarlo”, “soy bueno en lo que hago y la gente lo nota”, “soy un buen tipo y tengo buenos sentimientos”, “trabajo duro y con honestidad por mis sueños, sin aprovecharme de nadie”. 

Todos esos pensamientos positivos que tengas acerca de ti mismo y tu conducta, haz lo posible por repetirlos y ve logrando esa capa de optimismo que necesitarás para lograr todo lo que te propones, una capa tan resistente que no se despegará ni cuando pases por momentos difíciles. 

Por ejemplo, si repites en tu cabeza la afirmación “me estoy convirtiendo en alguien que piensa con optimismo”, esto va a ir configurando tu mente para pensar de un modo optimista. Y así, cuando tengas algún problema en el trabajo, no te echarás a la pena ni perderás el control, no te estresarás ni enfermarás, sino que pensarás “es una experiencia de la que voy a aprender”, “voy a sacar algo bueno de esta situación”, “lo haré cada día mejor”, “voy a solucionar esto”.  

Cuando vayas caminando por la calle, ten el pensamiento “Yo disfruto tener la confianza de un macho alfa, yo disfruto ser como soy, disfruto ser yo”. Y si te concentras, sentirás cómo automáticamente tus músculos se relajan, te mueves más lento y estarás más erguido. Te sentirás contento de estar en tu propia piel. 

También puedes repetirte a ti mismo esta afirmación: “yo hablo con mujeres que me parecen atractivas”. Úsalo para cambiar ese pensamiento de “se me hace difícil hablarle a una mujer que me parece atractiva”, “las mujeres atractivas me intimidan” o “no encuentro de qué hablar con una mujer que me parece atractiva”.   

Si te enfocas en que TIENES conversaciones con una mujer atractiva (asúmelo, no lo tomes como un “tal vez tenga”), tu mente que es una maravilla de la naturaleza conectará todo ese cableado en tu cabeza en pro de que encuentres maneras de tener conversaciones con chicas atractivas.  

De pronto te darás cuenta de que tu mente está funcionando así y la próxima vez que vayas al supermercado, por ejemplo, te encontrarás acercándote a una chica y preguntándole si es una profesional en saber cuál aguacate está maduro y cuál no. Y no sentirás nervios ni se verá fingido, porque ya lo has adquirido como una conducta natural. 

Otras frases de afirmación que puedes repetirte constantemente y que generarán un efecto positivo en ti son: 

- Yo soy relajado y estoy seguro de mí mismo. (Si estás en proceso y todavía no estás del todo seguro de ti mismo, puedes ir diciéndote “me estoy convirtiendo en alguien relajado y seguro de sí mismo). 

 - Yo tengo una autoestima alta.

- Yo soy un macho alfa.

- Yo disfruto teniendo conversaciones ligeras con mujeres.

- Yo soy el amante que todas las mujeres sueñan.

- Yo pienso con optimismo.

- Yo me libero de la necesidad de agradarle a todo el mundo.

- Yo me libero de la necesidad de estar detrás de las mujeres.

- Yo me muevo por la vida con dignidad, elegancia y estilo.

- Yo estoy feliz conmigo mismo y me siento orgulloso de ser quien soy.

- Yo muevo mi cabeza y mis manos lentamente, porque soy un alfa.

- Yo relajo mi cuerpo y lo extiendo, no siento miedo ni pena de ocupar espacio.

- Yo soy muy sexual.

- Yo me amo.

- Yo soy muy buen polvo.

- Yo soy un tipo fascinante.

- Mi vida es divertida.

- Yo me siento tranquilo cuando entro en el espacio personal de los demás.

- Yo tengo estándares altos, soy un reto para las mujeres.

- Yo soy interesante e inteligente.

- Yo soy poderoso. 

- Yo soy un ganador.

 LENGUAJE CORPORAL DE UN ALFA 

Piensa en la expresión corporal de un hombre que se siente deprimido, fracasado, triste… Mira al suelo, tiene los hombros hacia adelante, está encorvado.  

Si miras a un hombre como Chris Hemsworth, Brad Pitt o el presidente de una compañía multinacional, te das cuenta de que ellos se mueven diferente a la mayoría de los hombres. Ellos emiten algo que hace que las mujeres se sientan atraídas a ellos como si fuesen un imán. Es una vibración que tú puedes crear si te lo propones, amigo.

Después de poco tiempo andando en esa frecuencia se habrá hecho completamente natural en ti y no vas a volver a sentirte nunca más como un perdedor. 

 

Relájate

Tienes que vivir siempre en un estado de relajación mental. Es lo más importante.

Debes alejar esas preocupaciones de tu mente, esos miedos que sólo te enferman y te impiden ser el hombre que deseas. Deja de pensar en las cosas que están mal, porque preocupándote no las vas a solucionar. Si algo está mal, tú actúa. Pero formando un enredo en tu cabeza sólo hará que te bloquees. 

Parte de ser un alfa significa no tomarse la vida tan en serio y aprender a disfrutar tranquilamente. 

¡Ojo! No puedes perder el control. Perder el control sólo lo arruinará todo y te pondrá en un status bajo. 

Aprende a respirar. No respires levantando tus hombros. Hazlo como lo hacen los cantantes y los actores de teatro. Ellos son conscientes de su respiración y lo hacen expandiendo su diafragma. Imagina que estás llevando el aire no a tu pecho sino a tu estómago. Siente cómo tu abdomen se llena de aire y desinflándose cuando exhalas. Así es como se respira correctamente.  

Haz ese ejercicio varias veces, haciendo breves pausas cuando sientas que estás a punto de perder los estribos.  

Evita todo señal corporal de que estás intranquilo. No eleves los hombros, no arrugues la cara, no juguetees con las manos ni los pies.  

Ya te lo dijimos antes en un apartado completo. Evita todo movimiento que exprese ansiedad, prisa y miedo. Bájale un poco las revoluciones a cada uno de tus actos y verás cómo tu cuerpo se mueve con la gracia de un Alfa. 

 Siéntete varonil  

Debes visualizarte como un hombre masculino, que despida testosterona a montones. En la medida en que tú te sientes como un tipo viril, sexual y masculino, logras expresar eso en tus conductas, en tus posturas y en tu voz. 

Haz que las mujeres se derritan por ti cada vez que las tengas cerca. Pero eso no es porque te esfuerces, sino porque llevas todo eso en ti y te sale por los poros. 

Mencionamos hace poco que el ejercicio produce testosterona que es la hormona masculina. La testosterona la produces con ejercicio, teniendo una vida sexual sana y bajando el consumo de alcohol.  

 Date cuenta de tu propio valor 

Un error que cometen muchas personas es que ponen sus defectos por encima de sus cualidades. Tú debes hacer al contrario. 

Debes enfocarte en lo que haces bien, en tus talentos, en tus capacidades, en tus virtudes.

Está bien que te hagas consciente de tus defectos, pero que no se te vuelvan una carga, sino que trabajes por cambiar esa parte. 

Hazte cumplidos a ti mismo todo el tiempo, mírate al espejo y échate piropos. Siéntete el mejor partido, el más apuesto, el más inteligente.  

Y no pienses que esto es arrogancia. Es la terapia que necesitas para que te creas todo lo bueno que hay en ti. Y trata a la gente como si te respetara antes de conocerte.  

Siéntete a gusto contigo mismo 

Un Alfa no necesita de una mujer que esté a su lado todo el tiempo. Perfectamente puede disfrutar de su soledad y es autosuficiente. Si pasas una noche solo, disfruta con tu propia compañía, cocina algo delicioso para ti y ve esa serie que tanto te gusta. Toma las mujeres como una diversión en tu vida, comparte tu felicidad con ellas. Pero no pretendas que llegue alguna a hacerte feliz o a terminar de construirte, porque eso no será así. 

Extiende tu cuerpo 

Ocupa espacio sin que eso te dé miedo. 

Proyecta confianza en cómo te sientas o te mantienes de pie.   

Echa los hombros hacia atrás, no cierres tanto las piernas, deja que tus brazos reposen y no los pegues a tu cuerpo. Mantén la cabeza en alto, el cuello alineado con la espalda. 

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