La naturaleza, en su gran sabiduría, parece haber creado al hombre y la mujer con el fin de servir una causa: la vida. Por eso, para crear vida, hace falta la unión entre dos personas que posean los órganos de reproducción compatibles. Para que esto se realice, hace falta una voluntad además de la de la propia naturaleza, hace falta el deseo entre dos seres que tienen la responsabilidad y la competencia de prolongar su propia vida, creando una nueva.
Pero antes de esta fase completa, para que nazca este deseo de transmisión de la vida, hay que gustarse mutuamente. Pero atención, si la atracción no es de los dos, para empezar el principio de esta relación que un día podrá acabar en esta misión natural del ser humano, conviene seducir y ser seducido por el otro.
Algunos datos sobre la seducción científica
Cuando la ciencia se inclina sobre el mecanismo de la seducción, aparecen muchas sorpresas. Así como lo explica el sitio Futura-Sciences, el varón, disponiendo de millones de espermatozoides cada día, procura fecundar a la mayor cantidad de hembras posibles, mientras que éstas, presentando un número limitado de ovocitos (aproximadamente uno al mes en la especie humana), prefieren enfocarse en un solo compañero. Sin embargo, esta teoría ha ido cambiando ya que las hembras no son siempre tan sabias y fieles como lo preveian los modelos.
Los hombres se ponen nerviosos cuando están a punto de conversar con una mujer. Es por lo menos lo que muestran los resultados de un estudio neerlandés publicado últimamente en Archivos of a Sexual Behavior. Al contrario, las mujeres permanecen más tranquilas y enteras.
Ellas no se dan cuenta de lo que sienten ante el gesto de un hombre que podría ponerles en un estado de excitación sexual. Total, el efecto de los hombres sobre estas mujeres heterosexuales, refleja su excitación sexual, aunque éstas conscientemente no la sienten.
Lo mismo harían en un plano más psicológico las damas ya que queriendo que los señores se sientan bien, adoptarían una postura disimulada, escondiendo sus capacidades intelectuales para no correr peligro de desvalorizar al hombre y romper el encanto.
No son tan simples los mecanismos científicos para intentar explicar la atracción entre dos seres seducidos.
Seducción científica: Ignorar a una mujer para seducirla, las cifras hablan
Como sé que gustan mucho las cifras, y que se tiende más a creerlo que es presentado bajo el rigor científico, doy este pequeño gráfico:
Ahí se puede comprobar que el hecho de ignorar a la chica que te gusta y no mostrarle demasiado interés, será el medio más eficaz para seducirla.
Otras técnicas eficaces son: ser tú mismo, hacerle reír, impresionar a sus padres, respetarle, ser espontáneo, ser amable.
Te dejo meditar sobre ello. Volveré sobre ello en un artículo próximo para detallar todo esto.
Pequeña lección científica de seducción
Uno de los secretos para atraer a un hombre es saber orientar bien tu cabeza. Una investigación acaba de demostrar que podemos hacernos más atractivos, simplemente orientando correctamente nuestra cabeza. Una mujer es más seductora si el ángulo de la cabeza está un poco orientado hacia arriba. Para los hombres, es diferente, dan aire más masculino si inclinan su cabeza y miran hacia su nariz .
¿Por qué esto? ¿Sera debido a la diferencia de altura entre hombres y mujeres?
Comenzamos a conocer mejor las influencias de las características evolutivas que diferencian a los hombres de las mujeres, pero conocemos poco de las características faciales. Una investigación complementaria servirá para saber si somos conscientes de este hecho o si inclinamos la cabeza inconscientemente en un proceso de seducción.
Perspectivas científicas de la seducción
Estudios científicos numerosos intentaron buscar los resultados del proceso de seducción. El papel de las feromonas sexuales pudo ser puesto, por delante, por los investigadores. En el reino animal está establecido que sirven para indicar la disponibilidad de las hembras para ser fecundadas por sus compañeros, aunque estén situados a más de diez kilómetros. En el caso del hombre, su papel es incierto pero innegable. Así, en el curso de diferentes experiencias, los asientos de las salas de espera de cines o de teatros fueron rociados de una feromona humana varonil. Las mujeres escogían mayoritariamente estos asientos, mientras que los hombres los evitaban sistemáticamente.
La importancia de los olores está también establecida, particularmente los que son de genes inmunitarios CMH que le da, a cada uno, una firma olfativa personal. Según una prueba efectuada con camisetas llevadas dos noches consecutivas por hombres, las mujeres preferían a los que presentaban genes y olores diferentes a los suyos. En su análisis detallado de los comportamientos animales, el biólogo Thierry Lodé, insiste en el papel del beso.
El intercambio de las salivas iniciaría una aceleración del sistema inmunitario (CMH) que favorecería la atracción entre compañeros genéticamente diferentes. El biólogo revela el papel de los caracteres extravagantes en la seducción. Movimientos exagerados y muy presentes entre los animales: la cola del pavo real extendida, para llamar la atención de la hembra, resultarían una tendencia evolutiva a la exuberancia y estos estímulos provocarían una aceleración del deseo. Según Thierry Lodé, la misma tendencia que ilustran ciertos artistas como Fernando Botero, pone en evidencia los elementos de identidad entre la bella, la estética y la seducción.
Por fin, siempre según el mismo autor, la seducción definida a partir de caracteres biológicos, pone en ejecución el sistema inmunitario de los compañeros sexuales con la atracción hacia las rayas simétricas. En efecto, la simetría bilateral fundamental del cuerpo esta alterada por accidentes de crecimiento a menudo debidos a enfermedades, lo que revela el debilitamiento del sistema inmunitario. Prefiriendo a compañeros sexuales con rayas simétricas, el animal escoge a uno que disponga de un sistema inmunitario fuerte transmisible a su descendencia y que sea indemne a las enfermedades.
De modo general los estudios realizados por David Buss en todas partes muestran que las mujeres conceden mucha importancia a las perspectivas financieras del hombre y de su estatus social. Los hombres enfocan en la edad y en la belleza física, los indicadores de fertilidad.
Los gestos también son unos determinantes esenciales. El fundador de la etología humana, lreáus EibI-Eibesfeldt anotó por ejemplo que en varios países las mujeres jóvenes coqueteaban del mismo mediante una sonrisa, un movimiento de pestañas, un movimiento de la cabeza hacia un lado, una mirada a lo lejos y disminución de la apertura de los párpados. El papel de la mirada es esencial. El psicólogo americano Eckhard Hess pudo comprobar que, ante dos mujeres, los hombres prefieren a aquella a la que ven sus pupilas dilatadas, como forma de deseo.
El seductor, según la ciencia
Habría que conocer tres técnicas.
1. El mimetismo: Reproducir los gestos de la otra persona en el mismo momento que los hace o con una diferencia débil, lo que debe señalar que están los dos en la misma onda.
2. La mirada insistente: Fijar la mirada profundamente y con calma en la otra persona, en particular si se trata de una mujer, para mostrarle toda la confianza que tienes en ti mismo y, por consiguiente, tranquilizarle en cuanto a tu rango de dirigentes
3. El tacto(palpación): Gestos afectuosos sobre el hombro, brazo, espalda o mano, deben ser interpretados por tu interlocutor como signos de afecto y deben incitarle a sentir confianza.
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