El Macho Alfa (Entrega especial Febrero) Parte 2

 


Como te dijimos anteriormente, hay una pirámide de estratos en los que los hombres estamos clasificados dependiendo de cuáles son nuestros comportamientos a la hora de querer seducir, por llamarlo de esa manera. 

Y es que todos tenemos esa necesidad, es el instinto de interactuar y tener sexo.  

Pero hay tres tipos de hombres con una clara diferencia entre ellos. Aquí te vamos a explicar con más detalle de qué se trata. Y te lo recordamos: si te propones ser un alfa, está en ti que lo consigas. La información que te vamos a dar te va a ayudar mucho en el proceso, pero que llegues a serlo depende de ti.  

EL BETA 

Tal vez cuando eras niño, tu mamá, tus tías o tus abuelas te decían que para tener novia, tenías que ser un hombre bueno. Tenías que cortejarla, invitarla a salir, a comer, darle regalos, llevarle flores… 

La cultura también nos enseñó que ser bueno, noble, llenar a las mujeres de regalos es la clave del éxito. 

Y no está mal ser un hombre bueno, pero no debes permitir que te cojan de marrano. Ser bueno está bien, pero tampoco puedes pecar de bobo o de ingenuo.   

La gran mayoría de la población masculina pertenece al grupo beta. El “chico bueno” que está ahí, en el promedio, el que en resumen suplica por sexo o se lo deja a la suerta. El que va a un lugar a conocer mujeres y puede que le vaya bien. Pero también puede que le vaya como a los perros en misa y salga de ahí sin compañía. Pero aunque le duele eso, ya está acostumbrado al rechazo.  

Entre los hombres beta, digamos que hay unas subcategorías, porque es cierto que todos los hombres son diferentes. Aquí van las subcategorías más comunes. 

El pantallero

Este tipo de hombre se muestra como medianamente exitoso y puede que haya logrado algo importante en su vida, pero ese logro se vuelve todo lo que lo define. Como su nombre lo dice, le gusta mostrar, dar pantalla, exhibir la plata que no tiene. Puede llegarle a la chica con flores, puede que se endeude por llevarla a un buen restaurante, pedir una buena opción de vino de la carta, tener una conversación amena y al final, puede que ella lo invite a subir a su apartamento o puede que no.  

El beta pantallero lo deja todo a la suerte, hace su esfuerzo en no mostrarse como un tacaño… Pero cuando a la hora de la despedida, esta mujer le da un beso en la mejilla, un “gracias” y lo deja viendo un chispero. Y lo más triste es que el beta lo toma como mala suerte y seguirá usando las mismas estrategias con todas hasta que le llegue el día en que pueda coronar.

¿Y sabes qué sucede? Te parecerá muy loco esto, pero la mayoría de las mujeres tienden a pensar que estos tipos buenos son manipuladores. 

Muchas mujeres no se impresionan con los regalos y hasta tienden a pensar que los hombres que conquistan con regalos, quieren en realidad “comprarlas”. Y puede que no lo descarten de entrada, porque siendo un tipo que no se cierra con los gastos, podría ser el comodín en una noche de viernes en que no tengan nada que hacer o quieran una buena cena, y sí, puede que por descarte, tengan sexo con él.  

Como ves, un beta pantallero está amarrado a los deseos de la mujer de turno. No podrá tener sexo cuando quiera ni tener una cita cuando quiera. Acepta sin reclamos las condiciones de ella.  

Y es que además de manipulador, esta clase de hombres muchas mujeres lo consideran como “aburrido”. El tipo pantallero, por lo general, habla de su trabajo (para mostrarse exitoso) y de temas de opinión, como política (para mostrarse inteligente).  

Presumir de tu inteligencia y tu capacidad económica es un error y la gran mayoría de los hombres lo comete en sus primeras citas.

Las mujeres tienden a pensar que tratar de impresionar es patético y te muestra como alguien superficial que se vale de esas cosas para ocultar lo escaso de su carácter, muestra que buscas desesperadamente ganarte su aprobación.  

Y aquí va una lección muy importante que debes hacer si quieres pensar como un macho alfa: 

UN ALFA NO BUSCA LA APROBACIÓN DE UNA MUJER 

Los hombres que están arriba en la escala no buscan aprobación de una mujer y hacen sentir a las mujeres que son ellas quienes deben ganarse su aprobación.

Esto no signifique que cuando hablen, traten únicamente temas banales. A las mujeres les seduce conocer a un hombre que es experto en algún tema. Pero no uses ese tema del que tanto sabes para bloquearla, para hacerla sentir ignorante, para que ella sólo te tenga que escuchar durante toda la cita asintiendo con la cabeza sin entender un carajo de lo que dices. 

Si sabes de algún tema, puedes hacérselo saber pero de una manera que ella entienda y en términos que a ella se le hagan fáciles de entender, desde su área del saber. 

Si tú eres politólogo, no puedes salirle de una con tu tesis de la guerra económica entre Estados Unidos y China así a quemarropa, dejándola completamente desarmada, y menos si ella no está familiarizada con el tema o no le interesa. 

Tienes que conectar con ella desde su saber y desde sus gustos. Si ella es diseñadora de modas, puedes tocar el mismo tema llevándolo a su área, en cómo la producción china está acaparando los mercados del vestido o el calzado con cantidad mas no con calidad, a modo de ejemplo. Y eso puede ser un tema que la toque más en su experiencia y la impulse a compartir y que la charla sea más agradable. 

Se trata de que no la satures ni la aburras, sino que logres una comunicación fluida con ella. No te pongas en una posición de profesor. Puedes mostrar tus conocimientos de algún tema soltándole datos  sorprendentes que le puedan interesar.

Así puedes tener una conversación inteligente sin que ella se sienta humillada o se aburra. La idea de toda cita es divertirse y los “tipos buenos” (que ya no pintan tan buenos sino que son más bien pantalleros) suelen ser tomados como aburridos.

Los machos Alfa hablan con una mujer y logran que la conversación sea fluida y llena de risas, hacen sentir bien a una mujer y hace que todo se dé como si los dos se conocieran desde hace mucho tiempo, aunque sea ese su primer encuentro.

Una manera fácil de matar la atención de una mujer es estar desesperado por adoptar una postura de éxito o intelectualidad, la cual se viene abajo al primer signo de rechazo, porque esas poses las mujeres se las captan de una, tienen ojo de águila para esas cosas. 

Y es que el hombre beta tiene inseguridades y se muestra necesitado por conquistar, por llevarse a una chica a la cama. Rogar no es para triunfadores, 

“O sea, un tipo que se las quiere picar de lo que no es, se nota a metros”, cuenta Marcela*, de 29 años. “Se ponen como si estuvieran inventándose una vida y creen que una va a quedar con la boca abierta tragándose todas esas mentiras. Me gusta un tipo que no se las dé de nada y que sea él sin andar con poses de nada. Una vez salí con un tipo que al principio me pareció muy inteligente, pero después ya me lo quería quitar de encima porque se las daba del que más sabía y era un pretencioso y como queriendo hacerme sentir menos inteligente que él. Un día le dije que quería ir a cine, estaban estrenando John Wick 2 y a mí me encanta Keanu Reeves, pero el baboso ese me dijo que a él no le gustaban esas películas dizque tan basura y tan comerciales, que eso no era cine, que para allá no íbamos. Está bien que no le guste algo, pero no tiene que decirlo en un tono maluco para hacerme sentir mal de que a mí me guste. Les conté a mis amigas y ellas todas eran como ‘marica, suerte con ese imbécil’”.  

El dizque amigo 

Este individuo se conforma con ser el mejor amigo de una chica, se ha resignado por completo a que su vida gire alrededor de ella. 

Muchos tipos ni siquiera comunican sus intenciones, sino que se quedan esperando a ver si la suerte les sonríe y algún día, algúuuuuuuun día, pasa algo. 

Se terminan volviendo el paño de lágrimas, un eunuco, un sujeto sin órganos genitales que sabe escuchar y en quien ellas descargan todas las frustraciones que sufre por otro hombre. Puede que en alguna ocasión te haya pasado esto, o tal vez, te esté pasando ahora.

Y si es así, lamentamos informarte que estás en la friendzone, un tema importante en el que estaremos profundizando más adelante.  

Un friendzoneado actúa siempre como el “tipo bueno”, el que no rompe un plato. Se muestra como el más virtuoso, el que nunca le rompería el corazón a una mujer.  Y no es que ser bueno sea un error, sino que son tan pasados de buenos que terminan embobándolos. Ellas están tan cómodas con él y a veces le sueltan comentarios como “ojalá todos fueran como tú”. ¡Auch! Directo al corazón, bro. Porque ellas se quejan de esos tipos malos, pero al final siempre se terminan acostando con esos tipos malos.  

Y es que para ser directos, a las mujeres no les gusta un tipo que no tiene los suficientes pantalones para sentar su posición y decir no a una amistad cuando lo que quiere es otra cosa. El mundo es para los valientes y si te da miedo perderla por expresarle tus verdaderas intenciones, tienes que pellizcarte porque no estás siendo más que un cobarde. 

Como mencionamos antes, los hombres Beta se conforman con cualquier cosa, aceptan la suerte que les tocó, si salen con una mujer aceptan todas las condiciones que ella pone, siempre están a merced de lo que ella decida, hasta de lo que van a comer cuando salgan. Y a la mayoría de las mujeres les gusta sentirse guiadas, estar en una posición pasiva, les gusta un hombre aventurero que las conduzca por una montaña rusa de emociones, un hombre que tenga chispa y tome la iniciativa. 

Tú no tengas miedo de tomar las riendas de la interacción, marcar las pautas, expresarle a la chica lo que deseas sin miedo, sentar tu hombría. Y créenos que eso te va a funcionar mejor que un afrodisíaco. 

El pasivo-agresivo 

¿Recuerdas lo que dijimos que las mujeres ven a algunos “tipos buenos” como manipuladores? Y es que algunos hombres que no toman la iniciativa y no son claros con los mensajes que transmiten tienden a ser pasivo-agresivos.  

Una persona pasivo-agresiva puede parecer muy tranquila, pero cuando algo no le gusta, no lo hace saber directamente, sino que empieza a crear mal ambiente para mostrar que no está de acuerdo. Un ejemplo es cuando alguien espera que le leas la mente y cuando no logras hacerlo, te lo hace saber a punta de comentarios crueles, como dicen, echándote puyas para hacerte sentir mal. Eso es ser pasivo-agresivo. 

Un Alfa es asertivo, pero el que no tiene ni idea de lo que eso significa va a tratar de conseguir lo que quiere con métodos poco efectivos, como si todo el mundo tuviera el poder de leer su mente, como queriendo mandar mensajes poco claros e insinuando. 

Cuando sus métodos no le funcionen, se va a sentir frustrado y eso hará que se vuelva hiriente con lo que dice y hace.  

El “tipo bueno” (que en realidad no es tan bueno) va a ceder siempre y cuando la mujer no se vaya de su lado, va a soportar muchas cosas aunque no reciba recompensas reales a ese supuesto esfuerzo. Pero cuando la mujer se canse de esta posición tan débil, se va a ir con otro hombre que la estimule y el “tipo bueno” va a mostrar su lado oscuro echándole la culpa, tratándola de manipuladora y de no haber valorado sus esfuerzos, como si la mujer tuviera la obligación de corresponderle sexualmente sólo porque él se porta bien con ella. 

“Yo siempre veo memes en Facebook de tipos diciendo que nosotras somos malas porque no nos fijamos en el man que es lindo con nosotras, siempre con lo de otro soldado caído y esas bobadas”, dice Alexandra* de 25 años. “Sí, a nosotras nos gusta que un hombre sea atento, pero es como si quisieran obligarnos a que nos fijemos en un tipo sólo porque es detallista. Tú no puedes comprar los sentimientos de nadie y esa es una actitud muy jarta. Estoy cansada de que siempre nos quieran poner como las malas del paseo por eso”.  

 El celoso 

Los celos son normales. Es decir, si alguien te interesa de verdad, los celos (unos celos sanos) son una muestra de ese interés. Pero muchos hombres sufren de unos celos enfermizos que los hacen actuar muy exageradamente, un problema que surge por su misma inseguridad. No se sienten atractivos, ni exitosos, entonces cualquiera que sea mejor partido podría llegar y dañar su relación. 

Piensan que su lazo con las mujeres es frágil, pero ponen toda su estabilidad y felicidad en eso. Es decir, no hay modo de que sean felices y se sientan realizados si no es con una mujer a su lado.  

Es por eso que siempre buscarán cortar toda relación de esa mujer con amigos o cualquier otro hombre que se le acerque. Incluso van a pensar que las amigas van a estar conspirando para que ella conozca a otros hombres.  

Esa muestra de inseguridad, ese complejo de inferioridad, va a terminar alejando a cualquier mujer de ellos, por más regalos, por más intentos que hagan de mostrarse como tipos que valen la pena. Porque cuando te sientes poca cosa, eso mismo es lo que resultas siendo. Recuerda que tú construyes tu realidad y tu identidad a partir de tus pensamientos.  

Cuando piensas como un ganador, no te preocupas por estar vigilando a una chica, sino que la dejas ser libre, le permites relacionarse con otros hombres sin sentir celos. No temes perderla ni muestras inseguridad, porque en el caso de que ella se fuera con otro, en tu mente tienes la seguridad de que quien se pierde de lo bueno es ella… ¡Pues te ha perdido a ti!   

Si ves que tu chica está hablando con otros, lo peor que puedes hacer es tratar de meterte, de cortar su libertad, revisar su celular, tratar de perseguirla como si fueras un psicópata. Si ella te dice que se va a ver con un amigo le puedes decir algo como “que la pases muy bien” en un tono de completa indiferencia que le haga entender que eso no te va a quitar el sueño. 

Un Alfa no sufre por esa idea, porque sabe que si una mujer se va, él podrá tener a otra que sí le dé el lugar que merece. Y ahí es cuando aprendes a valorarte y a respetarte más. Tú no puedes controlar lo que una mujer hace, piensa o siente, pero sí puedes controlarte a ti mismo, puedes controlar tus emociones para tu propio bienestar.  

El que dice SÍ a todo 

Por temor a perder a la mujer que le gusta, este personaje va a hacer todo lo que ella diga y va a aceptar todos sus caprichos aunque pasen por encima de sus principios y sus responsabilidades. Ella le va a decir “salgamos a comer” y él le va a decir que sí aunque esté en el funeral de su abuelita, porque la palabra “no” pareciera que se le borró del cerebro apenas conoció a esa mujer que es una mamacita, a la que siente que debe tratar como a una reina o se le va a ir con otro que sí le cumpla todos los caprichos.   

Así que la próxima vez que estés con una mujer, trata de contrariarla en algo, por pequeño que sea.  

Ella: ¿Vamos al cine? 

Tú: No hoy. De pronto  mañana.

Al hacer algo tan sencillo como esto, estás poniendo tu posición y te muestras como un desafío para la mujer, alguien a quien ella no puede dominar. Y a las mujeres les encantan los desafíos. Esto, por insignificante que parezca, va a hacer que ella te desee más. 

 Si tú dices “sí” a todo, ella te verá como alguien predecible y débil, un monigote fácil de manipular y pronto se va a aburrir de ti.

Un día te va a noquear con un gran NO y se va a ir de tu lado. Así de simple, hermano.

Te vamos a poner aquí el caso de un amigo, al que vamos a llamar Mario*. Mario era muy enamoradizo y creyó siempre que la mejor forma de conquistar a una mujer era dándole todo lo que ella quisiera. Bajarle la luna y las estrellas, ponerle el mundo a sus pies y todas esas cursilerías que el romanticismo moderno nos pinta. Y pasaba lo de siempre, que Mario al ser tan entregado terminaba siendo el pretendiente intenso que le llenaba el cuarto a la chica de peluches y demás regalos, porque cuando salían él les compraba de cuanta cosa ellas se antojaran. 

Mario podía no tener plata o estar cansado, pero si la chica de turno le decía que quería ir al cine o a comer, él salía corriendo y conseguía de donde no tuviera para invitarla. Hasta una vez aceptó ir a la boda de la amiga de una con la que estaba saliendo. La recepción fue en un sitio muy exclusivo y Mario por esos días andaba sin trabajo y no quería ir. Pero no era capaz de decirle que no a esa nena con la que andaba y se endeudó para alquilar el esmoquin y comprar el regalo.  

En mucho tiempo no vi que alguna de esas chicas tuviera un detalle con el pobre Mario.

Fue así, hasta que con una decepción muy fuerte, él aterrizó y se dio cuenta de que tanta botadera de plata y siendo el lindo que les decía “sí” a todo, estaba quedando como el propio marrano y que no importaba lo que hiciera, las mujeres que lo explotaban siempre lo dejaban. No dejaría de ser detallista, porque eso es algo muy de él, pero se controlaría un poco con eso y no le daría regalos a cualquiera.  

De ahí, Mario empezó a ser más cuidadoso con sus relaciones y no enamorarse de la primera que medio le dijera algo bonito.  

Para que veas que de esas malas experiencias podemos sacar algo bueno y aprender. Si tú has pasado por situaciones así, no te quedes en el pasado culpándote de haber sido muy bobo y de haber dejado que hicieran de todo contigo. Listo, te pasó, pero que eso te sirva para aprender y que no sigas cayendo. Toma eso como una clase que te da la vida, a los madrazos, pero que queda como una valiosa lección.

En un mundo digamos que perfecto, los “tipos buenos” serían los que siempre reciben amor. Pero ya te das cuenta de que todo no es tan bueno como parece, que los tipos que son demasiado complacientes terminan siendo los bobos del paseo.   

Es por eso que tienes que poner la diferencia entre ser bueno y ser un pelele. Ser bueno es ser ético, decente, íntegro, no hacerle el mal a nadie, siempre ser honesto, tener principios. Pero el pelele va a hacer cosas que van a estar fuera de sus principios sólo por mantener esa relación de cartón y piedra que tarde o temprano se le va a venir abajo por su falta de carácter o por estar con una chica interesada.  

La inseguridad es uno de las peores características que puede tener un hombre Beta y es por eso que en cuestiones de sexo, son estos los que normalmente terminan de últimos.  

Así que te pediré, querido amigo, es que te quites el chip de macho Beta, lo destruyas y empieces a verte como un triunfador, sin miedos ni complejos.  

 El Idiota 

En la mitad encontramos este espécimen que, por lo general, atrae más a las mujeres que los “tipos buenos”, porque al menos a este no lo ven aburrido.  

Al estar en una relación con un idiota, una chica se atiene a todo un sube y baja de dramas que la mantendrá entretenida. ¿Por cuánto? Eso ya depende de qué tan tolerante sea ella. 

¿Para qué te explicamos esto? Bien. Pues una de las cosas importantes que puedes aprender de este tipo de hombres es que las mujeres se excitan sexualmente a través de la emoción y no a través de la razón. ¿Ves de qué se trata? 

Los idiotas llegan al sexo porque presionan y conducen a eso, son agresivos y persistentes, a diferencia de los Beta que son pasivos en ese aspecto.  

El idiota puede ser tosco, rudo y pueden llegar a maltratar a las mujeres, física o psicológicamente. Crean emociones negativas, lo que en términos prácticos, vienen siendo también emociones.  

Sí, sabemos que en un universo perfecto, esta clase de hombres no deberían conseguir ni medio acostón, pero así es como sucede. Y te vamos a explicar cómo es que lo logran.  

Ellos no van por mujeres experimentadas ni seguras de sí mismas, porque esta clase de mujeres reconoce los detalles, se huelen a los tipos rudos y no buscan relaciones vertiginosas ni destructivas. Las mujeres que suelen caer en manos de los idiotas son mujeres con poca experiencia, mujeres deprimidas, con autoestima baja, necesitadas de afecto y un montón de problemas emocionales; mujeres que pueden llegar a ser fáciles de manipular y que un hombre correcto no buscaría, porque un hombre de verdad no se aprovecha de la debilidad de una mujer. 

Y sí, los idiotas consiguen llegar al sexo, pero no, NO te estamos aconsejando para que seas uno de ellos. Puedes inducir emociones en una mujer, pero emociones positivas; puedes tener sexo seguro y muy satisfactorio si sabes crear estas emociones, puedes encontrar mujeres con alta autoestima con la que puedas construir relaciones duraderas y que valgan la pena. 

EL MACHO ALFA 

Ser macho Alfa no significa únicamente ser exitoso con las mujeres, sino en todos los aspectos de la vida. Vemos que en la sociedad hay hombres que resaltan más que otros, que son líderes, que proyectan éxito y la gente quiere estar cerca de ellos por lo que son, no por lo que aparentan, como si al estar cerca de ellos pudieran untarse un poquito de todo ese éxito.  

Un macho Alfa es seguro de sí mismo, se le hace muy fácil socializar, tener empatía con los demás, sobresale por encima del resto, con capacidad de liderazgo y mantiene siempre su autoestima alta. Es de esos hombres que alguien ve y dice “este tipo es un teso”. Tipos que pueden inspirar y que las mujeres no pueden dejar de mirar. 

Y el Alfa tampoco es para nada aburrido.

Tiene buen humor, es capaz de bromear con las mujeres y juguetea, tiene el detector de sarcasmo bien afinado y también el radar que pasivo-agresividad que tienen algunas mujeres, pero no le da miedo ni tampoco se ofende por el sarcasmo, porque no se lo toma en serio. Y eso es algo muy importante si quieres mantener tu seguridad y tu autoestima, no tomarte las cosas tan en serio.

Como dijimos antes, el Alfa no es posesivo ni se siente celoso de que su pareja hable con otros hombres. Él no está necesitado de compañía ni de afecto, no pone a ninguna mujer en un pedestal, porque su felicidad no depende de nadie más que de él mismo y él es la persona más importante en su vida.  

Aunque no lo veamos a profundidad, muchas de las interacciones sociales tienen el factor dominación/sumisión. Un Alfa es dominante sin ser agresivo ni perder el control, porque sabe moverse, sabe captar a los demás, gana espacio con su cuerpo, usa el contacto visual como una manera de mostrar poder. Aquí es muy importante que te dejemos muy claro a lo que nos referimos con ser dominante, para que no se preste a malas interpretaciones. En la sociedad el ser dominante o Alfa es confundido con ser agresivo, con tomar lo que quieres, con lastimar a otros.   

Esta es la manera en que los animales buscan ser dominantes. En una manada de leones el macho Alfa siempre va a ser el más fuerte físicamente, el más agresivo, el que a punta de peleas va a mantener a otros machos a raya. El que con su actitud les dice a los otros “no te metas conmigo o ya sabes lo que te va a pasar”.  

Pero nosotros no somos puramente animales, hemos creado lo que es la civilización. Nosotros no tenemos que ser agresivos con los demás para ser alfas, ni que el dominio lo resuelva una pelea a muerte.

Ten claro que vamos a usar la palabra “dominante” como una característica del hombre Alfa, pero con otro significado. El hombre Alfa sabe guiar porque tiene espíritu de líder, por eso DOMINA las situaciones, se DOMINA a sí mismo, sabe DOMINAR los problemas, sabe DOMINAR sus emociones negativas, sabe DOMINAR sus relaciones para que sean constructivas y evitar el drama, DOMINA sus palabras y sus actos cuando algo no le parece bien y sabe cómo legar a una solución sin ser agresivo, DOMINA su lenguaje corporal para decir que se siente bien consigo mismo y que es una persona en la que se puede confiar, que no oculta nada. 

¿Ves cómo el lenguaje corporal dice más que mil palabras? Es por eso que a continuación vamos a exponerte unas conductas y signos que debes evitar y en los que tú vas a autoevaluarte con total sinceridad. Sería genial que te mires a un espejo, que te hagas consciente de cómo estás haciendo cada cosa y qué mensaje estás expresando con eso. La idea es que te vayas transformando en el hombre que quieras ser. Vale recordarte que todo es una sincronía entre mente y cuerpo. 

LO QUE DEBES EVITAR

La dominación sin agresión es el principio básico de ser un hombre Alfa, ya a este punto debes tener eso muy claro para evitarte problemas. Y parte de esa dominación es saber dominarte a ti mismo, en hacerte más consciente de tu cuerpo, las señales que expresas con cada movimiento, con cada acción, con cada postura.  

Vamos a hacer un test al que tienes que responder con toda honestidad y tú mismo te vas a calificar. No queremos que te sientas mal ni te des látigo si hasta este momento no te habías dado cuenta de que expresas mensajes equivocados con tus poses y acciones, no se trata de eso. Aquí tampoco somos jueces de nadie, sino que estamos para guiarte, como lo haría un amigo que te conoce muy bien. Así que no te desanimes, hermano, que lo que queremos es que aprendas. ¡Tú tienes todo lo que se necesita!

¡Esa construcción es posible y está en ti! 

Aquí vamos con el test:

1. ¿Usas expresiones como “ah”, “hmmm” o palabras incompletas? 

La gente considera a las personas que hablan así como inseguras o poco inteligentes. Es una señal clara de nerviosismo, de que no quieres hacerte oír o no tienes nada importante que decir. Si eso te pasa muy seguido, es porque tienes miedo a mostrarte, a que tus palabras tengan peso.  

2. ¿Hablas tan rápido que a veces la gente no entiende lo que dices? 

Hablar muy rápido como si estuvieras diciendo un trabalenguas da la impresión de que estás ansioso y que no tienes confianza en eso que estás diciendo. Es importante que hables variando el tono y que también hagas pausas antes de decir frases muy importantes. Eso hace que la gente sienta más interés por escucharte y te hacen ver que estás más preparado en cuanto a lo que dices.

En tu vida profesional es muy importante que pongas esto en práctica, más si tu trabajo te exige hablar en público o estar en reuniones. 

3. ¿Tartamudeas?

¡Debes evitarlo al cien! A veces puede ser muy difícil dejar el tartamudeo, pero si tartamudeas todo el tiempo, haz lo posible por dejarlo. Demuestra timidez, nervios y mucha inseguridad. Hay terapias de lenguaje que ayudan a dejar el tartamudeo, así que si no puedes por ti mismo, trata de recurrir a estas terapias.

4. ¿Usas frases demasiado largas y  adornadas al hablar?

Así como los monosílabos y acortar las palabras es malo, lo contrario también lo es.

Si puedes acortar una frase para que quede más concisa, hazlo. Si tus frases son normalmente largas porque tienes un dominado uso de la lengua, porque eres un literato y lees mucho, porque tienes mucho léxico, haz pausas entre cada frase y así le das más peso a todo lo que dices. Tampoco adornes mucho con palabras muy raras o estuvieras declamando poesía, porque te verán como alguien pretencioso. Trata de llegar a la gente con un vocabulario más sencillo para que te entiendan mejor y te sientan más cercano.

5. ¿Sueles terminar una frase afirmativa con un “¿o no?” o “cierto”? 

Sé que pueden ser muletillas que están ahí bien pegadas a tu mente, pero esto puede dar a entender que necesitas la aprobación de los demás, que tu voluntad y tus convicciones son débiles.  

6. ¿Haces pausas muy largas antes de responder una pregunta porque te lo piensas mucho? 

Eso te hace ver como alguien indeciso. 

También podría dar a entender que estás analizando demasiado tu respuesta porque haces todo lo posible por no llevarle la contraria a los demás.   

7. ¿Tus posturas al estar de pie o sentarte son cerradas como ocupando el menor espacio posible? 

Los hombres Alfa no temen extender sus brazos y piernas porque se sienten cómodos con su cuerpo y porque están abiertos a la interacción. A menos que haya mucha gente alrededor y poco espacio, evita cerrar mucho las piernas o andar con los hombros encogidos. 

8. ¿Cruzas mucho los brazos?

Otra señal de que te cierras a los demás y te mantienes a la defensiva es cruzar demasiado los brazos. Tener los brazos relajados a los lados te muestra abierto y vulnerable, muestra que no tienes miedo. ¡Nadie va a atacarte! Entonces ¿por qué te proteges?

9. ¿Jugueteas con los dedos y las manos? 

Al estar sentada en una mesa, mucha gente tiende a jugar con los paquetes de azúcar o enrollar las envolturas de los pitillos. Te recomendamos que no lo hagas y menos si estás acompañado de una mujer. Tampoco golpees la mesa con la punta de los dedos. 

Todo eso muestra ansiedad o aburrimiento, entonces evítalo. 

10. ¿Tocas tu cara mientras hablas? 

Es señal de que eres tímido, estás nervioso o eres indeciso. Para expresar confianza, puedes mantener las manos juntas hacia adelante a la altura de tu pecho y cara, como exponen algunos profesores, o también tener las manos en las caderas. Lo importante es que te muestres cómodo y seguro.

11. ¿Mantienes una postura encorvada y la mirada baja?

Un Alfa mantiene la espalda recta, los hombros hacia atrás y está en una posición relajada, tanto de pie como sentado. Tener la cabeza en alto y enseñar el cuello es muestra de energía, alegría y entusiasmo, mientras que apuntar hacia el piso expresa fracaso o tristeza. Mira a la persona con la que hablas, controla el espacio con la mirada, muestra que estás presente en el momento.

12.  ¿Gesticulas mucho cuando hablas o te están mirando? 

Pasarse la lengua por los labios o mordérselos, parpadear demasiado o apretar la nariz es muestra también de nerviosismo o de inmadurez. Intenta relajar siempre tu cara y tu boca. Hey, no te decimos que mantengas la cara toda rígida como si fueras Arnold Schwarzeneger en Terminator, porque los gestos también son necesarios para generar empatía, pero todo en su justa medida, bro. 

Lo importante es saber controlar esos gestos para que transmitan lo que quieres transmitir.  

13.  ¿Sonríes demasiado?

Sí, las sonrisas conectan con la gente y te muestran amable, pero como todo en exceso también es malo, sonreír cuando no es necesario expresa debilidad, es como una manera de mostrar que eres muy manso y de que no eres competencia para un hombre Alfa. 

14.  ¿Caminas muy rápido aunque no tengas afán?

No te están persiguiendo y nadie te está necesitando con urgencia. ¿Por qué caminar como si estuvieras corriendo? Camina un poco lento, muéstrate elegante. Cada vez que des un paso siéntete exitoso, como si acabaras de cerrar el mejor negocio de tu vida. Y no sólo camines con las piernas. 

Expresa gracia con el resto de tu cuerpo, mueve los brazos junto con tus hombros. Así te muestras como un ganador. 

15.  ¿Mueves los ojos de un lado a otro mientras hablas? 

Típico comportamiento beta, otra muestra de timidez. ¡Nadie te va a comer vivo! Mira a la cara de la persona con la que hablas, hazle saber que lo que dices o lo que te dice es importante y que estás empatizando con ella. 

16.  Por el contrario, ¿mantienes contacto visual todo el tiempo cuando hablas con alguien? 

Y aquí otra muestra de que los excesos también son malos. Mantener al cien la mirada sobre alguien, sin relajarte, sin ninguna pausa, puede hacer que esa persona piense que estás muy necesitado de atención y hasta puedes hacerla sentir intimidada.

Cuando estés hablando con una mujer en plan cita, trata de que tus ojos no estén sobre ella sino que se pierdan en los de ella. Así ella sentirá que no estás vigilándola o presionándola, sino que te estás conectando emocionalmente con ella. Mírala cuando ella te esté diciendo algo importante. Pongamos que puedes mirarla a los ojos un 70% del tiempo y el resto, puedes enfocarte en sus manos, sus labios, su pelo... Así ella sentirá que la interacción es más auténtica y que existe una verdadera atracción sexual entre ustedes. 

17.  ¿Miras hacia abajo o hacia otro lado al contestar una pregunta de una mujer? 

No tenemos que decirte que esto es muestra de inseguridad. Si necesitas desviar la mirada para pensar una respuesta, procura mejor mirar hacia arriba. Esto genera mucha más confianza, según estudios que se han hecho.

18.  ¿Te da miedo tocar a una mujer?

Lo más importante de tocar a una mujer es hacerle sentir que eres seguro, que tienes total control de la situación. Tócala con firmeza, pero sin ejercer presión. Sé gentil, sé caballero, guíala de la mano. Así ella se sentirá cómoda y se dejará llevar de ti.

Cualquier asomo de miedo, ella lo notará de una y eso hará de la interacción física un desastre. No está de más aclararte que esto de tocar a una mujer tiene que ser cuando haya atracción entre los dos, porque de lo contrario, vas a quedar con fama de tocón o manilargo.

19.  ¿Volteas tu cabeza muy rápido cuando alguien quiere tu atención? 

Un Alfa no se siente desesperado por dar atención, no cede a la presión. Así que cuando alguien te llama o necesita de tu atención, haz un giro lento y tranquilo. Si giras la cabeza muy rápido das a entender que te sientes como un soldado ante una autoridad o que eres despistado y te desconcentras muy fácil. 

20.  ¿Respondes con agresividad cuando algo no te sale bien? 

Un hombre Alfa puede estar bajo mucha presión sin desesperarse, sabe mantener la calma aunque la situación sea difícil, se DOMINA a sí mismo, recuérdalo. Empezar una discusión no hará que las cosas mejoren y hace que el estatus de líder que debes mostrar se venga abajo. Tampoco debes ser agresivo para ganarte la compañía de una mujer. Eso no te llevará a nada. Si ella elige a otro, deséale suerte, ella fue quien te perdió.

Gritar no sirve de nada y no muestra dominio, sino que por el contrario, te hace ver débil. Tienes que asumir que debes ser más fuerte que la mayoría, que puedes maniobrar una situación difícil para que los demás sientan que pueden apoyarse en ti. 

Ese cambio en tu mentalidad sólo la logras programando tu propio cerebro, aprendiendo a vivir relajado.

21.  ¿Tienes a veces conversaciones que no te interesan por complacer a las demás personas?

¿Alguna vez te diste cuenta de que perdiste dos valiosas horas de tu vida escuchando a esa chica que te gustaba hablando del imbécil de novio que tiene? Podrías haber invertido ese tiempo en ti, en tu trabajo, en ver una buena película, en hacer deporte o en cualquier otra actividad que te diera satisfacción. Pero no, estabas ahí soportando por miedo a perder a esa chica definitivamente y por no ser capaz de decir “no”. No eres su amigo y no te interesa ser su paño de lágrimas. Un macho Alfa habla de lo que él quiere y es quien lleva la conversación hacia donde desea. Cuando un Alfa está harto de algo, no lo esconde. Debes hacer que te respeten. El tiempo es la vida que se te va.

¡Inviértelo mejor! 

22.  ¿Has querido mostrarte más inteligente que la persona con la que estás hablando? 

Un verdadero líder (una cualidad Alfa) no intenta humillar ni hacer quedar mal al otro para sentirse poderoso. Rodéate de personas que también sean capaces de aportar y valora sus ideas. Si eres de verdad inteligente, nunca te sentirás menos por rodearte de otras personas inteligentes. 

23.  ¿Les haces un escaneo completo a todas las mujeres bonitas que ves?  

Un hombre con una vida sexual activa y satisfactoria no tiene tiempo para todas las mujeres que están a su alrededor. En vez de enfocarte en buenos traseros o piernas largas, dirige tu atención a la reacción que provocas en las mujeres. Observa cómo ellas actúan al tenerte cerca y lo que quieren expresar con su lenguaje corporal. 

Si respondiste SÍ a la mayoría de estos 23 puntos, no te eches a la pena ni te desanimes con la lectura de este libro. Al contrario. Ten la seguridad de que tú tienes toda la capacidad de hacer estos cambios en tu vida, de que tú puedes ser mejor desde el momento en que te haces consciente de tus errores.

Eres un diamante en bruto y si te das cuenta y lo piensas bien, cambiar lo que venías haciendo mal es posible. ¡No te rindas! 

ACTITUD DE PODER

Si toda la vida has pensado que conseguir una buena mujer es el premio por trabajar durísimo y vivir decentemente, déjanos decirte que has estado muy equivocado. 

Tener un trabajo bien pago, una hoja de vida impresionante, el mejor carro, un lujoso apartamento y dinero suficiente para comprar regalos caros no te va a garantizar que una mujer se va a enamorar de ti. 

Sí, puede que con esos regalos consigas la compañía de una mujer por un tiempo, pero serás uno más de los que están ahí detrás de alguien, dejándose controlar, ansiando para que por fin pueda tener sexo con esta chica.

Es decir, vas a ser uno entre millones de betas.  

Ser demasiado tierno, demasiado dulce, no es bueno. Puedes conseguir el cariño de una mujer, que te vea como alguien “lindo”, pero no significa que tendrás su amor y menos, que te desee sexualmente.   

Seguramente has visto algún hombre, un pariente, un amigo o compañero de trabajo que no necesita esforzarse para tener a ninguna mujer, y sin embargo, le llueven por montones.  

Es un tipo que no gasta mucho en regalos ni invitaciones a salir, ni tampoco trata de impresionar a las mujeres con un carro de lujo o su brillante profesión. Incluso, ¡puedes notar que ni siquiera es el tipo más agraciado físicamente! Entonces, ¿cómo se las arregla?

¿Cómo carajos lo hace?  

La respuesta es simple. Este tipo tiene virtudes de macho Alfa que hace que las mujeres se sientan atraídas por él a un nivel mucho más elemental. Ya sabes. La atracción no se compra ni se gana desde el lado racional, sino que toca irse por lo emocional.

Él se ve a sí mismo como alguien que goza de buenas emociones, se siente como viviendo en una aventura todo el tiempo y por eso mismo puede transmitir que las personas a su alrededor van a vivir con él esas aventuras. 

Este tipo tiene una mentalidad tan bien estructurada donde él se siente exitoso y todo se le facilita para conseguir ese éxito. Es una mentalidad de ser EL PARTIDAZO. Es una actitud de triunfo y así como él se programa para ser un triunfador, el triunfo le fluye naturalmente. 

Por eso mismo, él no es el tipo que anda detrás de ninguna y tampoco tiene tiempo para eso, porque está muy enfocado en sí mismo. El tener esa mentalidad de poder hace que las mujeres sientan que estar con él es un privilegio que se han ganado.  

De pasar a ser el tipo que lucha por tener a la mujer que considera un gran partido, volteas la situación y ahora es el tipo que es un buen partido y son ellas las que se lo deben pelear.

Empiezas a darte tu valor. 

Y para resumirte toda esta explicación, aquí van tres consejos muy puntuales para asumir el valor que tienes como hombre y mantengas actitud de poder en cualquier relación que establezcas de aquí en adelante:  

  1. No estar disponible para una mujer es un lujo que te das porque no tienes miedo de que ella se frustre y se aleje. Eso te da valor porque das a entender que tu tiempo es sagrado y lo vas a invertir, no a malgastar. 
  2. No correr a devolver una llamada o responder un mensaje. Eres un hombre ocupado, con una vida y muchos proyectos por llevar a cabo. Para que una mujer tenga algo de tu tiempo, debe ganarse ese derecho.   
  3. No estar disponible para citas si tienes otras cosas pendientes. Mostrarte como alguien que siempre tiene tiempo transmite el mensaje de que eres una persona desocupada que no tiene nada mejor que hacer que perseguir la cola de una mujer. 

Al ser un hombre más consciente de su propio valor, no vas a aceptar ninguna falta de respeto de parte de una mujer. Si ella tiene un comportamiento que te moleste o no cumple con lo que esperas de una relación, no tienes que aguantarte eso, porque habrá muchas otras mujeres cuya personalidad sí encaje con la tuya.

Tú vas a tener lo que consideres que está a la altura de tus deseos y expectativas y no puedes conformarte con menos. Ahí está el valor que te das a ti mismo. Te mueves hacia lo que quieres y te alejas de lo que no quieres.

TENER DOMINIO

A las mujeres les gusta saber que el hombre con el que están sabe dominarse a sí mismo y sabe dominar las situaciones.

Para tener dominio debes tener en cuenta una cosa muy importante:

MANTÉN TU ESTRUCTURA MENTAL INTACTA

¿Qué significa eso? Bueno, te lo explicaremos con un ejemplo. Todas las personas vemos la realidad de un modo distinto y lo que es importante para unos, para otros puede no significar nada.  

Si una mujer te arma un drama por algo a lo que ella le da mucho valor, mientras que tú sabes que es una tontería y una pataleta, no puedes salirte de esa estructura mental que tú has creado. Si para ti es una tontería, tómalo como una tontería, métele un poco de humor y quítale peso en tu mente. No dejes que te afecte ni te dañe el día.  

En cambio, si le sigues la corriente, estás dejando que ella rompa tu estructura mental y te arrastra a un drama sin sentido. Es decir, te habrá desarmado, debilitado y te terminará echando en un hueco con dramas y manipulaciones tontas.   

Debes evitar a como sea esos pensamientos que te rebajan, que te ponen en un nivel de inferioridad. Pensamientos como “si pierdo a esta chica no voy a conocer a ninguna que valga la pena”, “quiero caerle bien a esa chica y no sé cómo” o “¿será que la llamo? Es que no la quiero molestar” te ponen en esa condición.  

Y es que esforzarse demasiado por acercarte, causa un efecto contrario al que quieres. En vez de lograr que las personas sientan simpatía por ti, las terminas por alejar.

Porque nadie quiere una persona intensa detrás.  

No necesitas agradar a nadie, porque si tú te sientes cómodo contigo mismo la gente lo va a sentir fluyendo de ti y se va a sentir cómoda a tu lado. En cuanto a las mujeres, por más buenas que estén, trátalas normal, como tratarías a cualquier otra persona. Ellas no son diferentes de nosotros, van al baño, se engordan, no vienen de otro planeta. ¿Por qué esa idea de que eres más pequeño o menos valioso que ellas? ¿Por qué ponerlas en un pedestal como si ellas fueran más importantes que tú? Estamos en igualdad de condiciones y tú no tienes que arrodillártele a nadie. 

Más adelante, te vamos a recomendar qué cambios tienes que hacer en tu lenguaje verbal para que las cosas vayan saliendo a tu favor, para que tengas control de lo que dices y te vayas hacia donde quieres ir, para que no insistas ni tengas que rogar sino para que seas asertivo. Asertividad es la habilidad de expresar tus deseos de una forma clara, abierta, sin pasar por encima de nadie pero poniendo de entrada nuestra posición. Pero por ahora te daremos un adelanto de cómo debes hacer para no mostrarte urgido ni que eres un tipo desesperado por la compañía de una mujer, como lo estaría un hombre beta promedio. 

BETA: (nervioso) ¿Te dejas invitar a comer? Yo invito. ¿A dónde te gustaría ir? 

ELLA: Gracias. (Seguido de un restaurante carísimo donde te cobran hasta por respirar). 

Irán a almorzar, ella lo verá como un “tipo bueno” y un muy buen amigo que es amplio y generoso. Posiblemente él nunca se acostará con ella porque desde un principio usó su lenguaje para ponerse por debajo de ella. “¿Te dejas invitar a comer?”. Es como si le estuviera haciendo una petición a una reina para que ella tenga la gentileza de pasar un momento con él. Eso no es para nada una buena manera de lograr una cita.

Muchos hombres también, por querer acercarse a una mujer, suelen escribirle “¿cuándo te dejas ver?”, como rogando.

Puede parecer un simple mensaje común, pero tienes que saber qué estás queriendo decir con cada palabra que usas.   

Seguramente con el tiempo, el tipo del ejemplo se estará quejando de lo que gastó en ella y que no recibió nada a cambio. Y no, amigo, ella dijo “sí” a tu humilde petición de comer contigo. No son contratos de invitación a cenar en los que una relación sentimental o sexo aparecen en la letra menuda a modo de cláusula. Y el hecho de que ella más adelante tenga que descubrir de mala manera tus verdaderas intenciones, te hace quedar como una persona en la que no se puede confiar. Así que cambia los términos.  


ALFA: (relajado) Se me antoja ir a cenar a mi restaurante favorito. (Luego en juego, como si se le hubiera acabado de ocurrir) Oye, eres muy simpática. Ven conmigo.
 

Puedes hacer la misma invitación cuidando lo que dices, sin mostrarte urgido, dándole a entender que te agrada su compañía y que es algo que ella se ha ganado por algún aspecto de su personalidad. Ella es simpática y por eso se ha ganado el derecho de tener tu compañía. Ahí demuestras también que estás seguro de lo que quieres. De una dices a qué lugar quieres ir, mantienes el control, dominas tus pensamientos y dominas las palabras que usas.  

La frase “ven conmigo” puede sonar a una orden si no lleva el acostumbrado “por favor”, pero al decirlo de manera juguetona no te muestras agresivo.  

El almuerzo tampoco está formulado como una cita, no es nada formal y no lleva el sexo dentro de la letra chiquita como si fuera un contrato trampoco. Entonces evitas caer en la misma colada de los Beta en que los mantienen por una larga temporada a la espera del sexo. El Alfa, por el contrario, va creando las condiciones que lleven al encuentro sexual, porque muchas mujeres prefieren dejar que el hombre vaya guiando la cosa, es un comportamiento social muy marcado.  

¿Ves que no es ningún truco de magia convertirte en un buen partido? ¿Ves que no hay nada raro ni sobrenatural? Tú puedes lograr esto y mucho más si eres asertivo. Con sólo hacer uso de las palabras correctas pasas de ser un perdedor inseguro a ser un tipo atractivo.  

Y para resumirte todo lo anterior, te vamos a dar estos tips de lo que es un hombre atractivo y cómo le hace para proyectar esa atracción: 

  1. Hace que las mujeres entren en su estructura mental que es muy sólida y no se deja arrastrar al drama. 
  2. Toma su posición de liderazgo y guía activamente a las mujeres en el tema de las citas y el sexo. Él deja que ella disponga, pero va a ir moviendo todo para que las cosas funcionen.  
  3. Conecta con las emociones de las mujeres y sabe generar emociones positivas en ella, las comprende y sabe cómo llegarles. 
  4. Se valora a sí mismo, por lo que no busca conseguir el afecto de las mujeres, sino que les toca a ellas ganárselo. 
  5. No se toma a las mujeres demasiado en serio, no pierde el control ni se desestabiliza por el rechazo.  
  6. Es asertivo y se ha hecho muy consciente de sus actos y de sus palabras. 
  7. No necesita de la aprobación de nadie. 

Todos los hombres que se ubican en un nivel alto, que tienen actitud de poder y se valoran, conocen estos puntos y los llevan muy bien a todos los aspectos de su vida. Está en ti procesar toda esta información, usarla para mejorar y que luego vayas por la vida como todo un triunfador. 

  

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